¿Qué es el Índice de Estilo de Vida Saludable y Cómo Mejora Nuestro Bienestar?

¿Qué es el Índice de Estilo de Vida Saludable y Cómo Mejora Nuestro Bienestar?

En la actualidad, la búsqueda de un estilo de vida saludable es una de las principales preocupaciones de las personas que desean mejorar su bienestar físico y emocional. En este sentido, el Índice de Estilo de Vida Saludable se ha convertido en una herramienta fundamental para evaluar y promover hábitos que contribuyan a una vida más sana y equilibrada. Pero, ¿qué es exactamente este índice y cómo puede ayudarnos a alcanzar un mayor nivel de salud y felicidad? En este artículo, exploraremos los conceptos clave relacionados con el Índice de Estilo de Vida Saludable y cómo podemos aprovechar sus beneficios para mejorar nuestra calidad de vida.

¿Qué es el Índice de Estilo de Vida Saludable y cómo puede mejorar nuestro bienestar?

El estilo de vida saludable es algo que debemos personalizar. Aunque hoy sabemos que los comportamientos de estilo de vida poco saludables están asociados con un mayor riesgo de sufrir diversas enfermedades crónicas y morir, esto no fue siempre así. Los primeros estudios para medir esa relación de manera estandarizada se enfocaron en tres parámetros: el seguimiento de la alimentación mediterránea, el número de años practicando el hábito de fumar y el índice de masa corporal.

Buscando el índice ideal

Después, a lo largo de este siglo, los expertos han trabajado con múltiples índices. En mayo de 2024, el grupo de la científica iraní Elaheh Dehghani, de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán, seleccionó cinco herramientas:

• Cuestionario de estilos de vida saludables, que contempla la dieta equilibrada, el respeto por los horarios de comida, la reducción del consumo de tabaco y alcohol, la mejora de los hábitos de descanso y aumento de la actividad física.
• Índice de estilo de vida de los adolescentes, que está basado en el consumo de agua, la actividad física, la protección solar, las relaciones sociales, la búsqueda de aire limpio, los hábitos alimenticios, los comportamientos de riesgo y los hábitos de ocio.
• Índice de estilo de vida vegetariano, que evalúa el consumo de los siguientes componentes de la dieta: granos enteros, legumbres, soja, sustitutos de la carne, verduras, frutas, nueces y semillas, agua y fuentes fiables de vitamina B-12. También tiene en cuenta la actividad física.
• Cuestionario de estilo de vida saludable para supervivientes de cáncer de mama, que incluye hábitos dietéticos, entorno (por ejemplo, exposición a contaminantes), fisiología, conducta responsable con la propia salud, manejo del estrés, relaciones sociales y crecimiento espiritual.
• Índice de Estilo de Vida Saludable, que tiene en cuenta cinco parámetros: tabaquismo, actividad física, dieta, consumo de alcohol y duración del sueño.

De todos estos instrumentos, el último destaca por su amplia aplicabilidad y por haber sido evaluado en múltiples estudios con diversas poblaciones. Ha demostrado ser útil tanto en la investigación como en la práctica clínica para evaluar y mejorar los hábitos.

Un análisis detallado

Uno de los primeros intentos de aplicar el Índice de Estilo de Vida Saludable data de 2001. Ese año, los investigadores Andrew Steptoe y Jane Wardle, del Departamento de Epidemiología y Salud Pública del University College London, sustituyeron el concepto de “factor” por el de “comportamiento”.

En julio pasado, y basándose en la Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición (EPIC), la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un documento donde se afirma que el índice de estilo de vida saludable es capaz de medir el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer y mortalidad prematura.

El índice es capaz de evaluar la relación entre el estilo de vida y los resultados de salud, considerando los siguientes parámetros:

• Tabaquismo: hay tres posibilidades: la persona evaluada nunca ha fumado, es exfumadora o fuma actualmente.
• Ingesta de alcohol: cantidad diaria consumida.
• Actividad física: nivel activo, moderadamente activo o inactivo.
• Índice de masa corporal.
• Alimentación: puntuación basada en la adherencia a la dieta mediterránea.
• Calidad del sueño: considerada como un factor importante para evaluar la relación entre el estilo de vida y los resultados de salud.

Si, como indica el estudio, el índice de estilo de vida saludable es una herramienta valiosa para evaluar el impacto combinado de múltiples comportamientos, debería ser utilizado en tres estrategias:

• Promoción de hábitos saludables: no fumar, moderar el consumo de alcohol, seguir una dieta equilibrada, realizar actividad física regularmente y mantener un peso corporal adecuado.
• Implantación de políticas de salud pública: los resultados pueden guiar la formulación de recomendaciones más precisas y específicas para prevenir enfermedades crónicas.
• Evaluación personal: cualquier individuo y los profesionales de la salud pueden utilizar el índice como una herramienta para evaluar y mejorar los hábitos de vida.

Porque, como escribió William Shakespeare: “Nuestros cuerpos son nuestros jardines; nuestras decisiones, nuestros jardineros”.