Rafa Nadal, el gigante del tenis que se forjó a través del esfuerzo y la dedicación, y se convirtió en una leyenda del deporte.

Rafa Nadal, el gigante del tenis que se forjó a través del esfuerzo y la dedicación, y se convirtió en una leyenda del deporte.

En el mundo del tenis, hay nombres que se han convertido en sinónimos de grandeza y excelencia. Uno de ellos es Rafa Nadal, el español que ha conquistado corazones y canchas con su juego apasionante y su incansable esfuerzo. Con una carrera llena de logros y récords, Nadal se ha erigido como una leyenda del deporte, inspirando a generaciones de tenistas y aficionados por igual. En este artículo, exploraremos la trayectoria del tenista más laureado de la historia, y cómo su dedicación y perseverancia lo llevaron a alcanzar la cima del éxito.

El fin de una leyenda: Rafa Nadal anuncia su retirada del tenis

Rafa Nadal posa con su último Roland Garros, ganado en 2022. Michel Euler

La garra de Rafa Nadal: un legado que trascenderá más allá de la pista

Hombro izquierdo, hombro derecho, nariz, oreja izquierda, nariz, oreja derecha. El sonido del bote de la bola de fondo. Pausa. Tres botes más y el quejido enérgico de puro esfuerzo con el que siempre empiezan sus puntos. El eterno ritual grabado en la mente de todos volverá solo una vez más, en la Final de la Copa Davis (19-24 de noviembre) en la que Rafa Nadal anunció este miércoles que disputaría sus últimos partidos oficiales.

Un viaje doloroso y bonito: la carrera de Rafa Nadal en retrospectiva

15 de agosto de 2004, Sopot, Polonia. Fue allí donde un joven Rafa Nadal, de 18 años, dos meses y once días, tumbó a José Acasuso (6-3/6-4 en una hora y 36 minutos) para colocar su primer trofeo profesional en sus vitrinas, hoy museo. Más que su nivel de tenis me sorprendió su cabeza, su espíritu de lucha. El enfoque que tenía para hacer las cosas era increíble, el famoso 'jugar punto a punto' que decimos siempre los tenistas, dijo recientemente el argentino en palabras que definen a la perfección lo que es Rafa hoy, un hombre con la determinación exprimirse hasta su retirada: Han sido años difíciles, no he podido jugar sin limitaciones y me ha llevado a tomar la decisión, alegó en el vídeo en el que celebró una carrera mucho más exitosa de lo imaginado.

La recompensa al esfuerzo extremo vio su primer gran fruto en ese torneo después de un reguero de títulos en categorías inferiores. Nada de ello hubiera sido posible sin Toni, su tío, el hombre que vio en su pequeño e ingenuo sobrino un talento superior y que diseñó un genuino desvío en el destino de un joven dotado para brillar en el fútbol profesional. Entrenos en pistas en mal estado, con pelotas malas y bajo una estricta lista de normas en la que el mandamiento principal siempre fue 'nunca estrellarás la raqueta', forjaron un carácter convertido luego en su principal cualidad, más allá de su tenis: la garra.

El último baile: Rafa Nadal jugará sus últimos partidos en la Copa Davis

La tierna despedida de Djokovic a Nadal con una última foto inolvidable: Tu legado vivirá para siempre

Antes que sus dejadas perfectas, mucho antes que sus derechas abiertas al pasillo que siempre aterrizan en la línea, años antes de su característica volea de espaldas. antes de todo llegó esa garra, la fuerza interior y receta para luchar una bola más y hacerse dueño del juego más allá de los límites de la pista.

¿Cómo no te has dado cuenta de que tienes la raqueta rota, Rafa?, le preguntó Toni una vez, aún siendo un crío, en un partido con un marcador devastador. Estoy tan acostumbrado a tener siempre yo la culpa que para nada me hubiera imaginado que la raqueta era la que me hacía perder, respondió un Nadal definitivamente forjado para competir contra todo y contra todos.

Esa vieja anécdota ha sido, a fin de cuentas, la metáfora de la lucha diaria de Nadal. Y es que su primer título de Roland Garros llegó en 2005 (a sus 19 años) y cuando todos recuerdan el majestuoso dato olvidan que la edición anterior, la de 2004, no la pudo disputar después de sufrir una lesión en el año de su debut llegada para acompañarle de por vida, la fractura por estrés en el escafoides del pie izquierdo poco después diagnosticada como síndrome de Muller - Weiss.

El diagnóstico fue como un tiro en la cabeza, llegó a desvelar un hombre que también admitió que aquello le dejó sin apetito por la vida. De nuevo, pura garra.

Contra todo pronóstico médico, Rafa mantuvo el foco en lo deportivo. Tenía tanto dolor que me entrenaba a pelotear sentado en una silla en la cancha, aseguró el joven que irrumpió para convertirse en la peor pesadilla de la gran estrella del momento, Roger Federer.

Wimbledon 2006 y Wimbledon 2007 fueron el preámbulo de una rivalidad —y amistad eterna— sellada en un 'pacto de tenis' en el Partido del Siglo. Tras la final de 2007 lloré una hora y media, a veces la decepción es terrible incluso si es solo un partido de tenis, confesó el mismo chico que un año después ganó la aún considerada mejor final de la historia al límite de la suspensión por falta de luz en la pista principal del All England Lawn Tennis and Croquet Club.

Hitos que arrancan al hombre de su obra. Gestas cada vez más inverosímiles y extremas capaces de encumbrar a una figura más allá de los límites marcados por los cuatro trazos del rectángulo de una pista. Eso sí, al fin y al cabo, un hombre. Eran el pilar de mi vida y se había desmoronado, había perdido el amor por la vida, admitió sobre la separación de sus padres. Otra piedra más a la mochila y, en frente, dos colosos con la mano tendida, una invitación a la guerra física y psicológica más dura de la historia del tenis, semana tras semana, domingo tras domingo en cada final. Más garra.

Aplaudido en todo el mundo, símbolo de valores y abanderado de un país. Líder e imagen de su propia fundación, pero también protagonista de imágenes de compromiso como las de su trabajo de ayuda en las inundaciones en Sant Llorenç de Cardassar.

También representante extremo de la edad de oro del tenis español, Nadal lideró y elevó a coetáneos como David Ferrer, Feliciano López, Marcel Granollers, Fernando Verdasco, Nico Almagro, Tommy Robredo. Cinco Copas Davis de las seis conquistadas desde el año 2000 por La Armada —la nación más laureada en este siglo— tiene en su museo, dos medallas de oro se colgó también en los Juegos Olímpicos para llevar, como abanderado, el pabellón español a lo más alto en la cita más importante del deporte mundial.

El viaje fue doloroso y bonito, siempre de la mano de su familia, su equipo y su mejor “compañera de viaje”, Xisca Perelló, su mujer y madre de su nueva ilusión, Rafa Jr. El pequeño le ha acompañado en su último baile, su último intento antes de que el tiempo le parara de manera definitiva los pies tras pasar por las pistas de Madrid, Barcelona, Roma, Roland Garros y los Juegos de París 2024. Apenas a un partido se quedó de ver a su padre levantar un título más en Suecia, aunque no hay duda de que pronto será consciente de sus últimos grandes triunfos, un 'cuento mágico' que le pedirá narrar una y otra vez.

Para la historia quedará el 4% de posibilidades que la inteligencia artificial le daba para remontar la final del Open de Australia de 2022 ante Medvedev. 2-6/6-7/2-3 y 0-40 llegó a mostrar un marcador cerrado con un 2-6/6-7/6-4/6-4/7-5 en cinco horas y 24 minutos de partido.

Menos todavía eran, quizás, sus opciones en ese Roland Garros de 2022 al que llegó con serias molestias en el pie. Unos pinchazos de anestesia le sirvieron para Alcaraz la final y ganarla con un resultado arrollador. Jugué contra él cuando ni siquiera podía caminar por el problema del pie. Iba con el pie anestesiado. De hecho, le vi al día siguiente y estaba con muletas. No podía caminar, confesó Ruud, perdedor de ese partido.

Miles son los retazos de historia por rememorar después de veinte años de brillante carrera y más de 1200 victorias oficiales a sus espaldas. El último será el de su adiós como profesional en el pabellón Martín Carpena de Málaga donde, en defensa de todo un país que le impulsará hasta el último aliento, resonará en su interior la frase final del trabajo de toda una vida: ‘juego, set, partido. y carrera’, una trayectoria que, a diferencia de aquel partido perdido por culpa de una raqueta rota cuando apenas era un niño, acaba con remontada, 'nadalada' y triunfal victoria.