Raising Cane's: el emprendimiento universitario de comida rápida que factura miles de millones de dólares
En un mercado tan competitivo como el de la comida rápida, es difícil encontrar un negocio que se destaque por encima de los demás. Sin embargo, Raising Cane's ha logrado hacer justo eso. Lo que comenzó como un pequeño emprendimiento universitario en Luisiana, EE. UU., ha crecido para convertirse en una cadena de restaurantes de comida rápida que factura miles de millones de dólares cada año. La clave de su éxito radica en su enfoque en la calidad y la consistencia, ofreciendo a sus clientes un menú simplificado pero delicioso que ha generado una lealtad sin precedentes. En este artículo, exploraremos la historia detrás de este fenómeno empresarial y cómo ha logrado mantener su posición en la cima de la industria.
El emprendimiento universitario que se convirtió en un imperio de comida rápida
¿Alguna vez te han puesto una mala nota en un proyecto? No eres el único, esto también le pasó a Todd Graves. Lo que sus profesores en la universidad estatal de Louisiana en Estados Unidos no se imaginaron al calificar su proyecto con la nota más baja de la clase es que la idea, que tacharon como imposible, se convertiría, años más tarde, en un negocio de éxito de más de 3,7 billones de dólares en ventas según Forbes.
Gracias a la cadena de comida rápida Raising Canes Chicken Fingers, Todd forma parte de la lista de los 500 billonarios de Forbes (concretamente, en el puesto 270) con un patrimonio de 9 billones de dólares. Descubre cómo convirtió sus sueños en realidad y logró amasar esta fortuna con su peculiar proyecto.
El concepto innovador
El concepto de restaurantes de comida rápida no es nuevo. Sin embargo, Todd Graves, quien según la página web es fundador, CEO, freidor y cajero, en los 90 apostaba por añadir un elemento muy peculiar a la industria. Quería crear un restaurante que se basase en tiras de pollo. Únicamente en tiras de pollo.
La idea que no fue bien recibida
Aunque la idea en un principio suene un poco escueta, Todd lo tenía muy claro. Tanto así, que incluso cuando presentó su proyecto en clase y no obtuvo una buena crítica, el estadounidense decidió hacer caso omiso y decidió buscar fondos para construir el restaurante. Los bancos, al igual que sus profesores, rechazaron el proyecto y no consiguió los préstamos que necesitaba.
Aún así, comprometido con su iniciativa, se mudó a Los Angeles y después a Alaska para trabajar como calderero y posteriormente como pescador de salmón. Gracias a estos empleos, el nativo de Louisiana consiguió los ahorros que le permitieron financiar su idea.
De idea a imperio: cómo comenzó todo
En 1996 consiguió hacerse con un préstamo SBA de la Agencia Federal de Pequeños Negocios y tras esto, Todd abrió el primer Raising Cane's. Irónicamente, las obras de construcción comenzaron en un viejo edificio de su alma mater, la universidad estatal de Louisiana.
Con la inspiración para el logo de un mural que encontraron en el viejo edificio y el nombre como guiño a su mascota, el labrador Cane, quien estuvo presente en la construcción, Todd inició su negocio.
Una marca consolidada
El día de apertura los clientes llegaron hasta las 3 de la madrugada, impresionados por el concepto. El menú, que actualmente incluye variedades de tiras de pollo acompañadas por patatas fritas o ensalada de col americana y refrescos o limonada, probó ser más que suficiente para los consumidores, quienes no pararon de aumentar.
Gracias al notorio éxito del restaurante tras su creación, a este le siguieron muchos más. Ahora, la cadena, cuyo ingrediente principal es la salsa secreta Cane's, a la que solo tienen acceso los gerentes, cuenta con más de 800 restaurantes en más de 40 estados según Forbes.
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