Romper con la tradición y anteponer el apellido materno a los hijos: "El mío es mucho más original que López"

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La lucha contra la tradición: cada vez más madres eligen poner su apellido en primer lugar

Desde que estaba en el instituto, Patricia Vigara tuvo claro que, si tenía un hijo, llevaría primero su apellido. Esa voluntad tenía múltiples causas. La primera, el deseo de su abuelo, que tenía cuatro nietas y siempre había lamentado que su apellido no fuera a pervivir con su descendencia. También había, admite Vigara, algo de rebelión contra una percibida injusticia, un impulso feminista aunque esa ideología le fuera aún ajena en su adolescencia.

En 2017, con 35 años, fue finalmente madre de un niño: Nico Vigara López. Mi pareja actual lo es desde hace muchos años, entonces, lo vivió un poco en paralelo a que yo fuera tomando esa decisión. Vamos, que si hubiera puesto resistencia me hubiera sorprendido, explica Vigara, que ahora tiene 42 años y es trabajadora social.

La legislación y la tradición

La legislación y la tradición

En España, como en todos los países hispanohablantes del planeta, la legislación marca que todo ciudadano posee dos apellidos. Históricamente, el primero ha correspondido con el del padre y el segundo, con el de la madre. En el año 2000, se introdujo por primera vez la posibilidad de cambiar el orden tradicional de los apellidos, aunque, en caso de que los padres no manifestaran ninguna voluntad al respecto, se mantenía automáticamente la preferencia del apellido paterno sobre el materno.

En 2017, España legisló que los padres deberían obligatoriamente consignar el nombre y los apellidos del menor en la solicitud de inscripción. En 2021, 150 años después de la creación del Registro Civil, se introdujo la última modificación legal al respecto que eliminó definitivamente la preferencia por defecto del apellido paterno y obliga a que ambos progenitores tomen una decisión activa sobre cuál será el orden de los apellidos de sus hijos.

La libertad de decisión

La libertad de decisión que ampara la ley sigue siendo contrarrestada por el fuerte peso de la tradición y la inmensa mayoría de las parejas siguen optando por mantener la tradicional prioridad del apellido paterno. Desde el último cambio en la norma en 2021, el 88,9% de inscripciones se han realizado con primer apellido paterno, mientras que el 11,1% se han hecho con el apellido materno en primer lugar, según los datos de la plataforma Dicireg, del Registro Civil.

Creo que, como otras inercias culturales y machistas, hay muchas resistencias a vencerlas y oigo muchas excusas a veces que nos decimos a nosotras mismas, defiende Vigara.

Los motivos para decidir

Los motivos para decidir poner a un hijo el apellido materno en primer lugar son variados y, aunque el argumento feminista suele ser el más habitual, no siempre tiene porque ser el principal o estar ni siquiera presente en la decisión.

Estefanía Recamundi defendió un argumento en su primera cita con su actual marido y padre de su hija difícilmente rebatible: en todo el mundo, solo existía ella y su padre con su apellido.

Es algo como que muy trascendental para mi padre porque ha estado investigando durante toda su vida y él mismo ha tenido que ser autodidacta, buscar en las iglesias, en todos los libros de bautismo hasta que llegó un momento que se quedó sin más libros en una iglesia de Galicia y no supimos nunca de dónde venía nuestro apellido, declara la Recamundi, una ponferradina de 39 años y madre de una niña que lleva su apellido en primer lugar desde 2016.

Un homenaje al padre

La conversación sobre el orden de los apellidos entre Patricia Rey y Ángel Rubiano surgió un poco de broma, cuando empiezas a hablar con tu pareja sobre la posibilidad de tener hijos. Así lo describe esta madrileña de 36 años, madre de una niña que lleva su apellido y que nació en 2022.

Tenía varios motivos, relata Rey. El primero es que siempre se ha hecho al revés y no veo mal hacer este homenaje a la madre. Luego, es verdad que en mi familia somos todo niñas, así que el apellido se iba a perder. Pero sobre todo, mi padre falleció y, no sé, me gustó hacerle un homenaje ya que no iba a conocer a su nieta, me pareció un gesto bonito.

Curiosamente, nadie en la familia de Ángel ha cuestionado en ningún momento la decisión, pero sí en la familia de Patricia. En mi familia, no es que haya molestado, pero sí que pusieron un poco el grito en el cielo diciéndome: 'Uy, ¿pero y eso?, ¿Él no se va a sentir ofendido?, es que es un poco…'. Yo me sorprendí bastante, sobre todo por uno de mis tíos, que decía eso, que cómo podía ser, que iba a ser una ofensa para el padre.

A veces, la oposición a este desafío a la tradición llega de los lugares más insospechados. Ángel relata una anécdota que, seguramente, es la de tantas otras parejas en las que el debate sobre el orden de los apellidos, simplemente, nunca ha tenido lugar.

Jorge Gutiérrez

Soy Jorge, un apasionado experto en periodismo y actualidad. Mi pasión por la información me llevó a formar parte del equipo de Diario Online, un periódico independiente de actualidad nacional española. Como autor en este medio, me dedico a investigar, analizar y redactar las noticias más relevantes del panorama español, siempre buscando ofrecer a nuestros lectores una visión objetiva y completa de los acontecimientos más importantes. Mi compromiso con la verdad y la ética periodística me impulsa a brindar un contenido de calidad, veraz y de interés para nuestra audiencia. Estoy orgulloso de formar parte de un equipo tan profesional y comprometido con la información de calidad. ¡Sigue Diario Online para mantenerte informado de todo lo que sucede en España!

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