Sad Hill. La colina española más emblemática de la tristeza en el cine se transforma en un jardín de flores

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Sad Hill. La colina española más emblemática de la tristeza en el cine se transforma en un jardín de flores

En un giro inesperado, la colina española que se ha convertido en un símbolo de la tristeza en el cine, Sad Hill, ha experimentado una transformación radical. Este emblemático lugar, ubicado en la provincia de Burgos, ha sido famoso por ser el escenario de la legendaria batalla de El Bueno, el Feo y el Malo, película de Sergio Leone que se ha convertido en un clásico del western. Sin embargo, actualmente, este lugar ha sido transformado en un jardín de flores, un cambio que ha generado un gran interés entre los amantes del cine y la naturaleza.

Sad Hill, el cementerio de tristeza que se convirtió en un jardín de flores

El Cementerio de Sad Hill, ubicado en el valle de Mirandilla, entre las localidades de Contreras y Santo Domingo de Silos, en la provincia de Burgos, es un lugar emblemático para los amantes del cine. Fue aquí donde se rodó la mítica escena final de la película El bueno, el feo y el malo en 1966.

Gracias a una ejemplar restauración emprendida a partir de 2015 por la asociación cultural Sad Hill, lo que se pensó como decorado efímero se ha convertido en un importante atractivo turístico. Y la gran noticia es que ¡se ha llenado de flores!

La floración mágica de Sad Hill, el cementerio español que se llenó de vida

La floración mágica de Sad Hill, el cementerio español que se llenó de vida

En verano, las agrestes soledades de Sad Hill se ven interrumpidas con la llegada de decenas de cinéfilos y curiosos que llegan todos los días al valle atraídos por tan singular escenario. Muchos deambulan entre las tumbas buscando los nombres, no de fallecidos, sino de mecenas que ayudaron a su restauración tras 49 años de abandono.

Pero prácticamente ninguno se da cuenta de lo más increíble, cada túmulo se ha convertido en un florido parterre de pequeñas flores entre rosadas y moradas. Estas flores son brezos de la especie Erica vagans, una de las plantas más abundantes, vistosas y reconocibles de la provincia de Burgos.

El ojo del naturalista las identifica fácilmente. Estas flores hacen las delicias de las abejas, a quienes debemos que con su néctar elaboren esa delicia que llamamos miel de brezo.

La pregunta es, ¿por qué hay tantas flores sobre las tumbas? No es ningún tributo ni homenaje a los caídos en la Guerra de la Secesión americana. Tampoco una caprichosa decoración floral. Nadie los ha plantado. Los brezos son especies colonizadoras, la avanzadilla del bosque. Y han encontrado en las piedras amontonadas en cada tumba un excelente nuevo ecosistema virgen por ocupar, con humedad y algo de tierra fértil.

El cementerio se construyó en el verano de 1966 según los diseños del escenógrafo Carlos Simi. Se tardó apenas tres días en levantarlo gracias al trabajo de 250 soldados del Ejército español que en ese año estaban haciendo la mili en Burgos.

El cementerio se convirtió en un importante atractivo turístico gracias a la magia del cine de Sergio Leone, que transformó los agrestes paisajes calizos de Peña Carazo y el valle de la Arlanza en escenarios naturales de Nuevo México y el Río Grande.

Es allí donde se sitúa la escena final de la película al ritmo trepidante de la banda sonora de Ennio Morricone, que instintivamente nos acompaña mientras paseamos por Sad Hill.

Marina Ramírez

Soy Marina, una autora apasionada por la actualidad nacional española. En Diario Online, un periódico independiente, comparto mis análisis y opiniones sobre los eventos más relevantes de nuestro país. Con mi pluma perspicaz y mi compromiso con la verdad, busco ofrecer a los lectores una visión objetiva y completa de la realidad que nos rodea. ¡Acompáñame en este apasionante viaje a través de las noticias más importantes de España!

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