En un movimiento estratégico para consolidar su posición como líder en la transición energética, Saudí Arabia está considerando una inversión sin precedentes de 10.000 millones de dólares en el desarrollo del sector de hidrógeno limpio. Esta iniciativa ambiciosa busca impulsar la producción y utilización de este combustible alternativo, reduciendo así la dependencia del país en los combustibles fósiles y minimizando su huella de carbono. La inversión prevista se centrará en la creación de infraestructura de producción y almacenamiento, así como en la promoción de la investigación y desarrollo de tecnologías relacionadas con el hidrógeno limpio. Esta noticia tiene el potencial de revolucionar la industria energética global y sentar un precedente para otros países en su camino hacia una economía más sostenible.
Arabia Saudí aprueba inversión de miles de millones de dólares en hidrógeno limpio
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, está lanzando una nueva empresa para producir hidrógeno verde con un presupuesto de miles de millones de dólares.
Según personas familiarizadas con el asunto, el fondo soberano del reino, presidido por el príncipe heredero, ha creado una empresa llamada Energy Solutions Co. para financiar la producción de energía de hidrógeno verde.
El Fondo de Inversión Pública (PIF) espera que la firma invierta al menos 10.000 millones de dólares, aunque esa cifra podría aumentar significativamente en los próximos años, dependiendo de la demanda de hidrógeno y su cartera de inversiones.
Algunas inversiones se realizarán en conjunto con el productor estatal de petróleo Saudi Aramco. La nueva empresa, que se espera esté dirigida por el ex director ejecutivo de
Arabia Saudí aspira a convertirse en uno de los mayores productores de hidrógeno del mundo, un combustible que se quema sin liberar carbono, mientras busca reducir su dependencia de las ventas de petróleo, al tiempo que sigue siendo un proveedor global de energía.
La variedad verde del combustible se produce solo a partir de agua y energía renovable, y representa una solución atractiva para los países que desean reducir las emisiones de industrias intensivas en energía que no pueden funcionar fácilmente con electricidad, como la fabricación de metales y la aviación.
Pero producir hidrógeno verde es enormemente costoso, y sus detractores señalan los altos costos y el tiempo necesario para construir la infraestructura en los países importadores. Además, su transporte seguro es complicado.
A pesar de los desafíos, Arabia Saudí alberga uno de los pocos proyectos a gran escala de hidrógeno verde en el mundo que ha comenzado su construcción. Uno de los socios accionistas del proyecto de 8.000 millones de dólares acordó comprar toda su producción, superando un obstáculo importante para los planes.
Aramco ha expresado su interés en invertir en la producción de hidrógeno azul, producido con combustibles fósiles y con las emisiones del proceso capturadas y almacenadas para evitar que lleguen a la atmósfera.
A medida que los gobiernos e industrias buscan alternativas menos contaminantes a los hidrocarburos, el mayor exportador de crudo del mundo no quiere ceder el naciente negocio del hidrógeno a China, Europa o Australia y perder una fuente de ingresos potencialmente masiva.
Arabia Saudita quiere proporcionar el 15% de la producción global de hidrógeno azul, además de invertir en hidrógeno verde, dijo en febrero el gobernador del PIF y presidente de Aramco, Yasir Al Rumayyan.
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