Sentencia de cinco años de prisión para abuelo que abusó sexualmente de su nieta en Sevilla
La justicia española ha dictado una sentencia ejemplar en un caso de abuso sexual que ha conmocionado a la opinión pública. Un abuelo sevillano ha sido condenado a cinco años de prisión por cometer abusos sexuales contra su propia nieta. Este caso de perversión familiar ha generado un gran impacto en la sociedad, ya que la confianza y el amor que se supone debe haber entre familiares se vio traicionada de la peor manera posible. La condena es un paso importante hacia la justicia y la protección de las víctimas de abusos sexuales, y se espera que sirva como advertencia para aquellos que cometan delitos similares.
Condena a cinco años de prisión a abuelo que abusó sexualmente de su nieta en Sevilla
La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un hombre de 85 años a cinco años de prisión por abusar sexualmente de su nieta, cuando la menor tenía 11 años. Los hechos sucedieron cuando la niña pernoctaba en casa de su abuelo, en un pueblo de Sevilla, los fines de semana alternos en cumplimiento de un régimen de visitas establecido a favor del padre en una sentencia de divorcio.
El fallo de la Audiencia de Sevilla, contra el que cabe recurso de apelación, ha inhabilitado al anciano para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidas, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad durante 10 años. También le ha prohibido aproximarse y comunicarse con su nieta durante 10 años y le ha impuesto libertad vigilada durante cinco años, una vez cumplida la pena de prisión.
La resolución de la Sección Tercera ha considerado probado que el abuelo, aprovechando que su nieta de 11 años se encontraba en su casa por el régimen de visitas establecido a favor de su padre (que convivía con el acusado), actuó con ánimo libidinoso valiéndose de la influencia y la superioridad derivada de su relación de parentesco.
En enero de 2021, a las 23.00 horas aproximadamente, en el salón de la vivienda, cuando la menor estaba sentada en el sofá y el hombre en un sillón a su lado, con ánimo de obtener satisfacción sexual, efectuó diversos tocamientos. Este hecho se repitió más adelante, igualmente en el salón del domicilio, mientras visualizaban en la televisión imágenes de contenido sexual.
En febrero de 2021, aprovechando la misma situación, cuando el padre de la menor se había marchado a su dormitorio y ella se encontraba tumbada en el sofá, con igual ánimo libidinoso, volvió a efectuar algunos tocamientos. El acusado le decía a su nieta que no dijera nada de lo ocurrido, algo que ella cumplió hasta el tercer episodio descrito, cuando puso los hechos en conocimiento de su madre, quien seguidamente formuló denuncia, según ha recogido la sentencia.
A consecuencia de estos hechos, la menor presenta sintomatología de tipo postraumática, como signos de vergüenza, culpa, confusión y dudas, además de miedo, tristeza, recuerdos recurrentes, trastornos del sueño y pesadillas. También sufre hipervigilancia y aislamiento, disminución del rendimiento académico, baja autoestima y conducta autolesiva ante un conflicto ocasional.
La condena del abuelo es un ejemplo de la justicia que se busca en casos de abuso sexual y una oportunidad para que la víctima comience a recibir el apoyo y la ayuda necesaria para superar este trauma.
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