En un escenario económico ya de por sí complejo, la subida explosiva en el precio de los productos frescos ha generado gran alarma en el mercado. Según datos revelados en agosto, los precios de plátanos, cebollas y lechuga han aumentado hasta siete veces su valor original desde que salen del campo hasta que llegan al mercado. Esta brusca variación ha generado inquietud entre los consumidores, quienes ven cómo sus gastos en alimentos frescos se disparan. A continuación, analizaremos las causas y consecuencias de esta subida récord y exploraremos las posibles soluciones para mitigar el impacto en la economía familiar.
Subida explosiva en precios de alimentos: plátanos, cebollas y lechuga aumentan hasta siete veces su valor desde el campo
Imagen de archivo de una frutería. EFE
Los precios de los alimentos se han visto multiplicados por hasta más de siete desde el campo hasta los lineales de las tiendas en agosto, mes en el que el IPC (Índice de Precios al Consumo) recortó seis décimas su tasa interanual, hasta el 2,2%, su cifra más baja desde junio de 2023, por el abaratamiento de gasolinas y alimentos.
Plátanos, cebollas y lechuga, los productos que más han aumentado
Según los datos del Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD), que mensualmente elabora la organización agraria COAG, los plátanos costaban en las tiendas un 666% más que el precio pagado a los agricultores en el campo, es decir, 7,66 veces por encima, al marcar una cotización de 0,22 euros por kilo en origen y venderse en destino a una media de 2,22 euros por kilo.
Por su parte, la cebolla multiplicó su precio por 7,16 veces su coste desde la cotización en el campo hasta el precio de venta al público en las tiendas, al pasar de cotizar a 0,25 euros por kilogramo en origen para venderse en destino a una media de 1,79 euros.
Del mismo modo, los precios de la lechuga se revalorizaron hasta 6,42 veces del campo a la mesa, al pasar de los 0,19 euros en origen hasta los 1,22 en el punto de venta al público, mientras que el ajo multiplicó su precio por 5,96, con un precio de 1,15 euros por kilo pagado al agricultor, frente a los 6,85 euros que desembolsa el consumidor.
Productos agrícolas y ganaderos, los más afectados
En líneas generales, los productos agrícolas multiplicaron al cierre de agosto su precio por 4,52 desde la cotización en el campo hasta el precio de venta al público en los lineales, mientras que los derivados de la ganadería (pollo, cerdo, conejo o huevos) lo hicieron por 3,03.
Así, el precio del kilogramo del cordero pasó de 4,42 euros en origen a 19,54 euros por kilo en los puntos de venta al consumidor, es decir, un 342% más, mientras que en el caso de la ternera de primera, su precio se multiplicó hasta un 281%, pasando de los 5,57 euros el kilo en origen a los 21,24 euros en destino.
De este modo, el IPOD de productos agrarios y ganaderos publicado por COAG se situó durante el mes de agosto por encima de cuatro, en concreto, un 4,16%.
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