- También existe discriminación en la calle: Sara Martínez, usuaria de Metrociego, denuncia igualdad de trato
- La discriminación en la calle: Sara Martínez, usuaria de Metrociego, denuncia la igualdad de trato
- La aplicación Metrociego, una herramienta de ayuda pero con limitaciones
- La importancia de la accesibilidad en el transporte público
- La vida diaria de una persona con discapacidad
También existe discriminación en la calle: Sara Martínez, usuaria de Metrociego, denuncia igualdad de trato
La discriminación es un tema que sigue siendo una realidad latente en nuestra sociedad. A pesar de los avances en materia de derechos humanos, la igualdad de trato sigue siendo una utopía para muchos. Sara Martínez, usuaria de Metrociego, denuncia la discriminación que enfrenta diariamente en la calle, donde la marginalización y la estigmatización se hacen presentes. En este sentido, la usuaria de Metrociego compara la situación con la de las personas que viven en la calle, quienes también enfrentan una realidad de invisibilidad y exclusión social. A través de su testimonio, Sara Martínez busca visibilizar la discriminación que se vive en la calle y exigir un cambio en la forma en que se aborda esta problemática.
La discriminación en la calle: Sara Martínez, usuaria de Metrociego, denuncia la igualdad de trato
Sara Martínez, una mujer de 41 años ciega y con discapacidad auditiva, denuncia la discriminación que enfrenta en su vida diaria, especialmente al utilizar el transporte público en Madrid. Sara es usuaria de la aplicación Metrociego, una herramienta que ayuda a personas con discapacidad visual a desplazarse por la red de metro de la ciudad.
La aplicación Metrociego, una herramienta de ayuda pero con limitaciones
Metrociego es una aplicación desarrollada por estudiantes universitarios que busca hacer que el metro de Madrid sea más accesible para personas con discapacidad visual. La aplicación permite a los usuarios seleccionar la estación por la que desean entrar, salir o hacer transbordo, y ofrece descripciones detalladas de cómo llegar a su destino. Sin embargo, la aplicación tiene un gran defecto: no incluye toda la red de metro de Madrid.
Sara explica que, aunque la aplicación es de gran ayuda, no puede utilizarla en todas las estaciones de metro, lo que la obliga a depender de su bastón y de la ayuda de los demás. Tengo que ir tocándolo todo y preguntándole a la gente, no me queda otra. Puedo ir sola, no me voy a quedar en mi casa, pero voy al toque, como aquel que dice, afirma.
La importancia de la accesibilidad en el transporte público
Sara destaca la importancia de que las instituciones se hagan cargo de desarrollar aplicaciones como Metrociego, que incluyan toda la red de metro de la ciudad y que sean accesibles para todas las personas con discapacidad. Hay que destinar fondos a esto, pide.
Además, Sara lamenta que no haya megafonía en los vagones de metro, lo que hace que sea difícil para las personas ciegas saber en qué parada se encuentran. ¡Oooooh, y cuántas paradas llevo! Dentro del tren no tengo información sin la megafonía, así que si no está encendida, estás perdida, explica.
La vida diaria de una persona con discapacidad
Sara es músico y toca el saxofón. Aunque conoce bien la línea de metro que la lleva a sus clases de música, cuando tiene que dar conciertos en otros lugares, se ve obligada a viajar al toque y preguntar por la ruta.
Sara destaca que, aunque la aplicación Metrociego es de gran ayuda, no es suficiente. Es necesario que las instituciones y la sociedad en general se hagan cargo de la accesibilidad y la inclusión de las personas con discapacidad. Las estaciones más complicadas por los transbordos y pasillos están en la aplicación, cuenta. Hay que hacer algo más.
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