Tardanza sin fecha de vencimiento: España aplaza 'sine die' el envío a Bruselas del nuevo plan de energía y clima

Tardanza sin fecha de vencimiento: España aplaza 'sine die' el envío a Bruselas del nuevo plan de energía y clima

En un nuevo episodio de incumplimiento de plazos, España ha decidido aplazar sine die el envío a la Comisión Europea del nuevo plan de energía y clima, un documento clave para definir la hoja de ruta del país en materia de transición energética y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Esta tardanza sin fecha de vencimiento ha generado inquietud y críticas entre los ciudadanos y los expertos, que ven en esta demora un obstáculo para alcanzar los objetivos climáticos y energéticos comprometidos por el país.

Tardanza sin fecha: España aplaza el envío del nuevo plan de energía y clima a Bruselas

El Gobierno español ha incumplido el plazo para enviar el nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) a la Unión Europea, un documento clave para alcanzar los compromisos climáticos de la UE. Esta demora ha generado desconcierto en el sector energético, que no sabe cuál es el motivo del retraso.

Un plan ambicioso, pero sin fecha de envío

El PNIEC es un documento que establece las metas y estrategias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la producción de energía renovable en España. El borrador del plan presentado el año pasado contempla inversiones por casi 300.000 millones de euros, principalmente privadas, para impulsar la transición ecológica hasta 2030.

Entre los objetivos del plan se encuentran aumentar la producción de energía renovable, reducir la dependencia energética y la emisión de gases de efecto invernadero, y fomentar la eficiencia energética. Sin embargo, el Gobierno no ha podido cumplir con el plazo establecido por la UE para enviar el documento, lo que ha generado inquietud en el sector energético.

Un retraso generalizado en la UE

El retraso de España no es un caso aislado. Solo cuatro países, Suecia, Finlandia, Países Bajos y Dinamarca, han cumplido con el plazo establecido por la UE para enviar sus planes de energía y clima. Italia lo envió un día después del plazo límite, mientras que Francia no lo hará hasta después de la segunda ronda de elecciones legislativas.

La Comisión Europea ha instado a los países que aún no han enviado sus planes a hacerlo lo antes posible, ya que la demora puede llevar a la apertura de procedimientos de infracción.

La evaluación ambiental estratégica, un paso previo

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha explicado que el retraso se debe a la espera de la evaluación ambiental estratégica, un trámite previo necesario para aprobar el PNIEC. Estamos a la espera de poder disponer de la evaluación ambiental estratégica y que pueda aprobarse cuanto antes, ha dicho Ribera.

El ministerio de Ribera ha abierto a información pública el estudio ambiental sobre los elementos nuevos que contempla el nuevo PNIEC con respecto al vigente, y el proceso de recogida de comentarios y propuestas por parte de sectores implicados no se cerró hasta el pasado viernes, 12 de julio.

Un plan que busca reducir emisiones y aumentar la eficiencia energética

El PNIEC espera que en 2030 las renovables supongan el 48% del consumo final de energía, y la eficiencia energética alcanzará el 44%. El plan también contempla la producción de 105 gigavatios (GW) de renovables nuevas hasta 2030, y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 70%.

Además, el plan prevé que en 2030 estén en funcionamiento electrolizadores capaces de producir 11 GW de hidrógeno verde, y que circulen por España 5,5 millones de vehículos eléctricos.

Un sector energético a la espera

El sector energético está a la espera de conocer la versión final del PNIEC, que modificará las metas y estrategias establecidas. Algunos sectores reclaman mejoras en la producción de biogás y biometano, y la inclusión de objetivos concretos para el desarrollo de tecnologías de transporte, almacenamiento y uso del CO2.

La Comisión Europea ha comunicado al Gobierno sus propias recomendaciones, que espera que plasme en el plan, como la movilización de los casi 300.000 millones que el Gobierno calcula que costará la transición ecológica hasta 2030, y la fijación de un objetivo de producción de biocombustibles.