Tasas, cupos y frenos a los 'influencers' para intentar frenar la creciente oleada de turistas y preservar el equilibrio ambiental y cultural en el pl

Tasas, cupos y frenos a los 'influencers' para intentar frenar la creciente oleada de turistas y preservar el equilibrio ambiental y cultural en el planeta

En un esfuerzo por preservar el equilibrio ambiental y cultural en el planeta, se están implementando medidas drásticas para frenar la creciente oleada de turistas que cada año visitan lugares emblemáticos y remotas comunidades. La explosión del turismo de masas ha generado preocupación entre los gobiernos y las organizaciones ambientales, ya que está poniendo en riesgo la integridad de los ecosistemas y la identidad cultural de las comunidades receptoras. Para abordar este problema, se están estableciendo tasas y cupos para limitar la cantidad de visitantes, y se están imponiendo frenos a los 'influencers' que promueven la visita masiva a estos lugares. ¿Serán suficientes estas medidas para garantizar la sostenibilidad del turismo y proteger el patrimonio natural y cultural de la humanidad?

Destinos turísticos buscan equilibrio entre ingresos y preservación ambiental

El crecimiento del turismo, especialmente tras la pandemia, ha llevado a los destinos a articular medidas para conjugar la vida de los locales con el desarrollo de una actividad que reporta ingentes ingresos. Entre estas medidas se encuentran las tasas turísticas o los cupos de entrada, e incluso la imposición de límites a los influencers en su afán de conseguir la mejor foto.

Tasas y cupos para frenar la invasión de turistas y proteger patrimonios

Destinos como Venecia (Italia) han sido pioneros en la implementación de medidas para limitar el turismo. La ciudad cobra una entrada de cinco euros a quienes la visitan, pero no pernoctan. Ámsterdam (Países Bajos) es otro ejemplo, con una tasa de casi 17 euros por persona y noche para los viajeros que pernoctan en un hotel. Además, la ciudad ha impuesto restricciones en la construcción de nuevos hoteles y la reducción de los cruceros fluviales.

En Francia, lugares como el Mont Saint Michel y los acantilados de Etretat (Normandía) han limitado el número de visitantes o de zonas accesibles. En el Reino Unido, zonas como Bath y Somerset (al oeste del país) han anunciado limitaciones en la circulación por el centro de las ciudades.

Influencers en la mira: ciudades imponen límites para evitar masificación

El Gobierno noruego trabaja en una ley para que municipios costeros puedan incluir el pago de alguna tarifa. En Japón, se han impuesto límites a los influencers en su afán de conseguir la mejor foto. En Suiza, se han impuesto restricciones en comunas rurales que han pasado a atraer miles de turistas tras su promoción por los 'influencers' en las redes sociales.

Turismo desbocado: ciudades y países buscan soluciones para mitigar el impacto

En América Latina, el fenómeno es justamente el contrario, ya que lo que se busca es ampliar los flujos de turistas. Sin embargo, destinos como Costa Rica, Puerto Rico y la República Dominicana han comenzado a expresar su preocupación por la presión sobre los ecosistemas y el desplazamiento de poblaciones locales producido por el desarrollo de grandes 'resort'.

En África, los países del continente están impulsando estrategias para fomentar el turismo internacional, aunque hay excepciones, como Kenia, que ha adoptado un nuevo plan que incluye nuevas regulaciones y requisitos de licencia para campamentos y guías.

En Asia, lugares como la isla indonesia de Bali han aplicado un impuesto turístico de 150.000 rupias indonesias (unos 10 dólares). Tailandia considera imponer una tasa a todas las llegadas.

La creciente popularidad del Everest ha llevado al Gobierno de Nepal a anunciar un aumento de la tasa para subir a la cima hasta 15.000 dólares, 4.000 más que ahora. Para visitar Bután, además de la visa de 40 dólares, hay que abonar una 'tarifa de desarrollo sostenible' de cien dólares diarios.

La búsqueda de un equilibrio entre el desarrollo del turismo y la preservación del patrimonio cultural y natural es un desafío que enfrentan destinos turísticos de todo el mundo.