Taylor Swift's fans face off against Madrid's scorching heat in an unforgettable day filled with anticipation

Taylor Swift's fans face off against Madrid's scorching heat in an unforgettable day filled with anticipation

El pasado sábado, Madrid se convirtió en el epicentro de la música pop cuando Taylor Swift, la estrella global, llegó a la ciudad para presentar su concierto más esperado en el estadio Wanda Metropolitano. A pesar del calor sofocante que alcanzó los 38 grados centígrados, los fans de la cantante estadounidense demostraron su devoción y entusiasmo, enfrentándose al calor extenuante para disfrutar de un día inolvidable lleno de anticipación y emoción. ¡Descubre cómo fue este día tan esperado!

Taylor Swift's fans soportan el calor en Madrid para vivir la experiencia de un concierto inolvidable

Millares de swifties esperaban ansiosos en la cola para entrar al concierto de Taylor Swift en el estadio Santiago Bernabéu. La artista estadounidense llegó al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas sobre las 14.30 horas y fue escoltada por la Policía hasta el Rosewood Villa Magna, un exclusivo hotel ubicado en el madrileño paseo de la Castellana.

Antes de que empezara la actuación a las 20.15 horas, solo con 15 minutos de retraso, en los alrededores del templo madridista se desplegaron 400 agentes, además de los vigilantes de seguridad, para controlar los accesos al recinto mientras se congregaban los fans.

Un día de espera bajo el sol ardiente de Madrid

Los fans habían estado acampando en la calle desde días atrás, otros habían llegado al amanecer, e incluso algunos habían venido desde la otra punta del mundo. Toda la comunidad swiftie aguardaba en las múltiples colas, preparada para vivir esta inolvidable experiencia.

Venimos desde Colombia únicamente para asistir al concierto. También fuimos al de Argentina. En cada país, nos hemos gastado 4.000 euros, contó un joven que había venido exclusivamente a Madrid para ver a Taylor Swift actuar.

El protocolo de vestimenta de los swifties

Botas y sombreros estilo cowboy, vestidos de las diferentes etapas de la cantante y mucha purpurina han sido parte del protocolo de vestimenta establecido por los seguidores que se podían ver en las filas. Incluso la camiseta de Travis Kelce, novio de la compositora y jugador de fútbol americano, y hasta alguna del Real Madrid aprovechando la visita al estadio han sido protagonistas entre el vestuario de los asistentes.

Soy swiftie, pero también madridista. Por detrás llevo el número 13, por Taylor, aseguraba una joven en referencia al día del cumpleaños de la artista. Además, es mi primera vez en el Bernabéu, agregaba, resaltando que ha podido juntar en el mismo día sus dos aficiones favoritas.

La espera emocionante

Las horas corrían y los nervios iban creciendo entre los swifties. Durante la espera se pudieron escuchar varias pruebas de sonido y varios asistentes llevaron altavoces para animar el ambiente con las canciones que iban a escuchar después en directo. Otros aprovechaban para comer y beber agua antes de entrar y para conocerse entre ellos y poner puntos en común sobre su amor por Taylor Swift.

También hubo quien aprovechó el tiempo en la cola para avanzar con sus deberes y obligaciones no relacionadas con el concierto. Estoy estudiando porque tengo la EVAU la semana que viene, comentó una joven sentada en el suelo y leyendo sus apuntes.

La apertura de puertas

A las 15.30 horas, tal y como estaba establecido por la organización, se abrieron las puertas del acceso VIP. Los asistentes tuvieron que tirar sus botellas de agua en los contenedores de basura habilitados y enseñar sus entradas. Una hora después, y con el mismo procedimiento, accedieron al estadio los que tenían la entrada general.

La apertura de puertas se dio sin incidencias, aunque con algún desmayo por el calor, que los fans calificaron como inhumano. A pesar de que el concierto estaba programado para las 20.00 horas —con una actuación previa del grupo Paramore como telonero—, el recinto llenaba ya desde horas antes de swifties deseosos y emocionados por presenciar y disfrutar del espectáculo de su ídolo.