En los últimos días, la comunidad autónoma de Andalucía ha sido escenario de una huelga que ha paralizado las estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV), generando gran incertidumbre entre los conductores que debían realizar esta obligatoria revisión en sus vehículos. La pregunta que muchos se hacen es si, en caso de no haber podido realizar la ITV dentro del plazo establecido, podrían ser sancionados por no cumplir con la normativa de tráfico. En este sentido, es fundamental conocer las implicaciones de esta situación y qué medidas pueden adoptar los propietarios de vehículos para evitar posibles multas y sanciones. A continuación, analizaremos las posibles consecuencias de la paralización de las estaciones de ITV en Andalucía y qué opciones tienen los conductores para regularizar su situación.
Huelga ITV en Andalucía: ¿qué consecuencias tendrás si no puedes realizar la revisión de tu vehículo?
Los trabajadores de las estaciones de ITV de Andalucía han llevado a cabo una huelga para exigir cambios en el convenio, lo que ha provocado la cancelación de miles de citas para la revisión de vehículos. Según VEIASA (Verificaciones Industriales de Andalucía S.A.), la empresa pública que se encarga de la gestión de la ITV, durante el período de huelga, se han cancelado un total de 44.712 citas de las 73.957 previstas en esos días.
Esta situación ha afectado a los conductores andaluces, ya que la normativa de la DGT prohíbe circular con la ITV caducada. ¿Cuál es la multa por circular con la ITV caducada? La Dirección General de Tráfico establece una sanción que llega hasta los 200 euros, aunque no lleva la retirada de puntos asociada.
Si la Guardia Civil te para y llevas la ITV caducada, te intervendrán el permiso de circulación y tendrás un período de 10 días para acudir a una estación de servicio a pasar la inspección. ¿Qué pasa si no vayas a la ITV? Los agentes de tráfico procederán a inmovilizarte el vehículo hasta que finalmente superes la inspección.
¿Qué componentes del vehículo se revisan en la ITV?
En la ITV se examinan casi todos los elementos del coche. Primero, se verifica la identificación del vehículo, asegurándose de que la documentación coincida con el modelo y el número de bastidor. Luego, se inspeccionan la carrocería, el chasis y los cristales, asegurando que no presenten defectos, así como el interior del coche.
A continuación, se evalúan las partes que determinan si el vehículo puede circular, como el sistema de iluminación y señalización, los neumáticos, los ejes, la suspensión, los frenos, la dirección, el motor y la transmisión. Finalmente, se utiliza un analizador de emisiones para comprobar que estas no excedan los límites permitidos.
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