El presidente de LaLiga, Javier Tebas, ha reiterado su intención de llevar un partido de liga a Estados Unidos, a pesar de la polémica que generó en años anteriores. En esta ocasión, Tebas asegura que el encuentro se llevará a cabo, buscando expandir la marca de LaLiga en tierras americanas. Esta decisión ha generado opiniones encontradas entre los equipos y aficionados, quienes ven con recelo la idea de jugar un partido oficial fuera de España. Sin embargo, Tebas insiste en la importancia de internacionalizar la competición y aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado estadounidense. La propuesta de Tebas ha despertado debates sobre la identidad y tradición del fútbol español, planteando interrogantes sobre los límites de la globalización en el deporte.
Tebas logra avances en llevar un partido de LaLiga a Estados Unidos
LaLiga podría tener muy pronto un partido en Estados Unidos para cumplir el gran deseo de Javier Tebas, presidente de la institución, quien aseguró este miércoles que el proyecto que ya intentó llevar a cabo hace algunos años podría ser realidad en la temporada 2025-26.
Así lo aseguró el propio Tebas en una entrevista concedida al medio Expansión durante la que confesó que ha vuelto a poner el foco en Estados Unidos, país donde más se sigue la liga después de España. El partido oficial en EEUU reforzará nuestra posición en el mercado norteamericano (.) Vienen otras ligas muy competitivas, así que no podemos hacer siempre lo mismo, nos adelantarían, apuntó antes de desvelar la posible fecha.
No sé cuando [con precisión], pero esta vez LaLiga sí jugará partidos oficiales en el extranjero, creo que podría ser en la temporada 2025-26, señaló sobre un proyecto que lleva años sobre la mesa de su despacho pero que aún no ha podido completar.
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Cabe recordar que Javier Tebas ya pujó muy fuerte en 2019 por llevarse un partido de la competición doméstica a suelo norteamericano, en concreto el duelo entre Girona y Barcelona de la jornada 21ª de la temporada 2018-2019 que iba a jugarse en Miami el 26 de enero de 2019. El partido tenía hasta sede prevista, el Hard Rock Stadium de Miami, e incluso contaba con el visto bueno de los clubes. pero no de la Federación Española de Fútbol.
En aquel entonces, la institución liderada por Luis Rubiales se negaba a sacar una competición española del territorio nacional, algo que acabaría haciendo con la Supercopa de España. A la oposición de la RFEF se unió la de la FIFA y la de los aficionados, dos frentes de peso que ahora, con la eliminación del tablero de juego de la federación, son los que podrían manifestar su rechazo a la iniciativa.
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