Tecnólogo astuto logra vencer a estafadores y obtener pago después de hackear su propia abuela
En un inusual caso de justicia poética, un joven tecnólogo ha logrado vencer a los estafadores que habían engañado a su propia abuela. La historia comenzó cuando la abuela del tecnólogo recibió una llamada de supuestos agentes de seguridad que le pidieron acceso remoto a su computadora para solucionar un problema de seguridad. Desafortunadamente, la abuela cayó en la trampa y permitió que los estafadores accedieran a su equipo. Sin embargo, su nieto, un experto en seguridad informática, se dio cuenta de lo que había sucedido y decidió tomar cartas en el asunto.
La venganza de un nieto: cómo hackeó a su abuela para desbaratar una estafa
Las estafas por suplantación de identidad son cada vez más comunes en internet. Una de las más convincentes es la del hijo en apuros, en la que los ciberdelincuentes se hacen pasar por un hijo de la víctima para pedir una cantidad de dinero debido a una urgencia.
Una variante de esta estafa la ha vivido el tuitero Yamil, que ha compartido en esta red social la historia de cómo hackearon el teléfono móvil de su abuela para tratar de pedirle dinero a él. Sin embargo, el final no lo vieron venir los delincuentes.
El ataque
Para intentar convencer a la víctima de la estafa, suplantaron la cuenta de Whatsapp de su abuela: Escúchame, necesito un favor. Si puedes, me salvas, comienzan diciendo los estafadores. El nieto, sospechoso, quiso saber qué pasaba: ¿Qué pasó, abu?
Los ciberdelincuentes continuaron: ¿Tienes para hacer una transferencia por mí? A las 12 me depositan y te lo devuelvo sin falta, me salvas. Ante esta petición, el joven no dudó en responder: Sí, abu, pero ando con datos. O sea, tengo Whatsapp gratis. Mañana te ayudo que vuelvo a casa.
La contraestrategia
La excusa no fue suficiente para los estafadores, que trataron de meterle prisa: ¿No puedes ahora? Es que lo necesito. ¿Nadie te puede dar wifi?. El joven, decidido a desbaratar la estafa, respondió: No, estoy en medio de acantilados, no conozco a nadie.
La sorpresa llegó cuando el joven pidió a su abuela que, para poder hacerle la transferencia, esta le cargara el saldo de los datos de internet del móvil. Los estafadores accedieron a ello y, una vez confirmó la carga del dinero, el joven se descubrió ante los ciberdelincuentes, a quienes consiguió engañar.
Mi abuela no habla como un pibe de mi edad. Nos vemos, se despidió Yamil, triunfante.
La lección
Esta historia nos recuerda la importancia de estar alerta ante este tipo de estafas y no dar información confidencial a desconocidos, incluso si se tratan de personas cercanas. La creatividad y la astucia de Yamil nos muestran que, con un poco de ingenio, podemos defendernos contra los ciberdelincuentes.
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