Título de debate: ¿El agua con gas o sin gas es el mejor?
En el mundo de la hidratación, un tema que ha generado intenso debate entre los expertos y los consumidores es el tipo de agua que se considera más beneficiosa para la salud. La polémica se centra en la opción entre el agua con gas y el agua sin gas. Mientras que algunos defienden que el agua con gas es más refrescante y ayuda a la digestión, otros argumentan que el agua sin gas es más pura y no contiene aditivos que puedan ser perjudiciales para el organismo. En este artículo, exploraremos los pros y contras de cada opción y analizando las evidencias científicas para determinar cuál es la mejor opción para nuestra salud.
¿Gas o sin gas? La OMS da su veredicto sobre el agua más saludable
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda beber entre 2 y 2,5 litros de agua diarios. Beber agua ayuda a eliminar los desechos a través de la orina, la transpiración y las deposiciones, mantiene la temperatura en niveles dentro de lo normal, lubrica y amortigua las articulaciones y protege los tejidos sensibles, según la revista médica Mayo Clinic.
En España, se consumen 59,46 litros de agua por habitante y año, según los últimos datos del Canal de Isabel II. Pero, ¿preferimos beberla con gas o sin gas? La respuesta es clave para disfrutar de los numerosos beneficios de esta bebida refrescante.
El debate sobre el agua con gas: beneficios y precauciones para una vida saludable
Según la OCU, el agua con gas es una alternativa saludable, que no contiene azúcar, aditivos, ni alcohol; solo minerales. Esto la hace perfecta para aquellos que desean reducir el consumo de refrescos poco saludables en su día a día.
El agua con gas, que solamente es H₂O con anhídrido carbónico (CO₂), responsable de las burbujas, es esencial para el buen funcionamiento del organismo. Entre sus beneficios están la estimulación de la secreción de jugos gástricos, facilitar la digestión y abrir el apetito. Además, podría ayudar a las personas que tienen riesgo a sufrir cálculos renales de base oxálica y a mantener la tensión arterial normal.
Pero, hay que tener en cuenta que el agua sódica podría aumentar el riesgo de hipertensión debido a este mineral. Además, según nutricionistas, las personas que padecen hiperclorhidria o reflujo gástrico deberían tener precaución al tomar el agua con gas, ya que puede provocar hinchazón abdominal.
Mitos de tomar agua con gas
Existen varios mitos que debemos conocer para disfrutar de esta bebida:
- Hidrata menos que el agua sin gas: falso, ya que ambas hidratan de la misma manera.
- Favorece la celulitis: el agua con gas no condiciona a la aparición de celulitis.
- Aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis: al no contener fósforo, azúcares y solo una cantidad pequeña de sodio no favorecen a la aparición de la osteoporosis.
- Puede dañar el esmalte de los dientes: al no contener una cantidad de ácido elevada, no daña el esmalte de nuestros dientes, a menos que se mezcle con azúcar o cítricos.
¿Qué es mejor beber agua con gas o agua sin gas?
La elección entre una y otra opción depende de nuestras preferencias y necesidades. El agua con gas puede ser la opción perfecta para quienes están acostumbrados a las bebidas gaseosas, pero han decidido dejarlas a un lado por el bien de su salud. Mientras que el agua sin gas puede ser mejor opción para los que no estén habituados a tomar bebidas gaseosas.
Ambas opciones son igual de saludables y nos van a hidratar, pero hay que tener en cuenta que si padeces problemas intestinales, será mejor optar por la opción sin gas.
Recuerda que lo más importante es hidratarse adecuadamente para disfrutar de una vida saludable.
Deja una respuesta