En un caso que ha generado gran conmoción y debate en la opinión pública, una mujer se encuentra en el centro de una polémica después de sacar 370.000 euros de la cuenta de su esposo mientras este se encontraba ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). La esposa, quien ha sido objeto de críticas y sospechas, sostiene que recibió autorización por parte de su cónyuge para acceder a sus fondos. Sin embargo, la situación sigue siendo confusa y genera más preguntas que respuestas. ¿Cuáles fueron las circunstancias que rodearon esta autorización? ¿Hubo un acuerdo previo entre la pareja? Estas son solo algunas de las preguntas que siguen sin respuesta en este caso que ha levantado ampollas en la sociedad.
Esposa admite desviar 370.000 euros de la cuenta de su marido mientras estaba en la UCI
Una mujer zaragozana ha admitido haber sacado 370.000 euros de la cuenta de su marido cuando este se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en estado grave debido a una insuficiencia respiratoria.
María Luisa G. M. sacó la gran suma de dinero entre el 19 de marzo y el 6 de abril de 2020, mientras su marido luchaba por su vida en el hospital después de contraer COVID-19. El hombre falleció el 12 de abril de ese mismo año.
La mujer alega autorización para realizar la transferencia
La acusada aseguró que su marido la había autorizado para realizar la transferencia de fondos en una reunión celebrada en una panadería-cafetería de la avenida de Madrid, en presencia de dos testigos. Nos citamos en una panadería-cafetería de la avenida de Madrid y con dos testigos, una conocida mía y un amigo del alma suyo, yo redacté en un folio lo que él me dictó y luego lo firmó. El papel llevaba el membrete con su DNI por las dos caras, declaró la mujer ante el tribunal.
Los testigos aseguraron que la reunión se celebró, pero que debido a las restricciones sanitarias, no duró demasiado tiempo.
Transferencias sospechosas
El 19 de marzo, la mujer recibió dos cheques bancarios, cada uno por 150.000 euros. Casi un mes después, el 6 de abril, volvió a realizar la misma operación, esta vez con 40.000 y 30.000 euros.
Después de realizar la última transferencia, la mujer no volvió a hablar con su marido, ya que se encontraba incomunicado en la UCI.
La familia denuncia estafa
La pareja tenía tres hijos por parte de él y se había casado en 2016. Los descendientes del fallecido alegaron que no tenían una buena relación con su padre y que en 1994 se marcharon de casa debido a malos tratos tanto físicos como psicológicos.
Nueve años después, intentaron volver a ser una familia y tenían contacto de vez en cuando, pero no sabían con cuánto dinero o patrimonio contaba.
Fueron conscientes de la herencia que había dejado su padre cuando María Luisa G. A. les comentó su fallecimiento y que debían ir a una notaría para ver los documentos.
Demanda de pruebas periciales
Fernando Rodríguez Burgués, abogado de la acusación, propuso pruebas periciales, como la fotocopia del documento que firmó en la panadería, pero han sido cuestionadas por la parte contraria, con Ángel Cordero como abogado.
Mientras la acusada asegura que la firma es de su marido, los denunciantes reiteran que no lo es.
Pena solicitada
Los hechos son calificados como estafa o apropiación indebida y piden una pena de entre tres y cinco años de prisión, además de multas. A su vez, reclaman los 370.000 euros que sacó en su día más intereses, aunque responsabilizan al banco por no contar con precauciones ante este tipo de casos.
Dos empleadas del banco BBVA también han declarado en la vista, recalcando que lo hicieron porque la mujer estaba autorizada.
La próxima vista será el 16 de octubre tras la ausencia de una testigo.
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