En un tenso episodio en el Parlamento, el presidente del órgano legislativo ha reprendido a la formación política Vox por establecer una vinculación entre la inmigración y la delincuencia, calificando tales asociaciones como 'inaceptables'. La tensa situación se produjo durante un debate en el que los diputados de Vox defendían sus propuestas para abordar la inmigración irregular, lo que generó una férrea respuesta por parte del presidente del Parlamento. La controversia ha generado un gran revuelo en la opinión pública y ha llevado a una nueva polarización en el debate político sobre la inmigración en el país.
Tono crispado en el Parlament: Presidente reprende a Vox por vincular inmigración y delincuencia
El presidente del Parlament de Cataluña, Josep Rull, interrumpió momentáneamente el debate de investidura de Salvador Illa este jueves en la Cámara autonómica para llamar la atención sobre los discursos de odio.
La advertencia de Rull se produjo justo después de que el representante de Vox, Ignacio Garriga, terminara su discurso, en el que vinculó inseguridad e inmigración ilegal. La inmigración ilegal genera delincuencia, afirmó. Tenemos que elegir entre que los delincuentes estén en Marruecos o en España. Nosotros preferimos que estén en su país y sea su Gobierno el que afronte sus problemas, añadió, atacando especialmente a la población musulmana. El islamismo es incompatible con Occidente, aseguró.
Rull criticó duramente estas palabras, señalando que hay determinados discursos que hacen asociaciones inaceptables. El diputado de Junts destacó que la voluntad de la Mesa del Parlament es que los discursos de odio y vulneración de la dignidad humana no tengan cabida en el debate parlamentario.
En ese sentido, Rull informó de que la Mesa ha hablado para ver cuál es el mejor mecanismo para poner freno a este tipo de discursos y ha acordado que se remitan las intervenciones conflictivas a una comisión parlamentaria para analizarlas. El presidente del Parlament aseguró que determinadas reflexiones no pueden ampararse en la libertad de expresión.
Las palabras de Rull no gustaron al líder del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, que pidió la palabra a colación, aunque le fue denegado al no citar ningún artículo del reglamento. Aun así, el diputado popular mostró su disconformidad con la valoración filosófica de Rull y acusó al presidente de la Cámara de querer acallar a quienes no piensan como él.
También el diputado de Vox, Joan Garriga, pidió la palabra tras Fernández para responder a Rull, aunque tampoco se le concedió. ¿Por discurso de odio se entiende también el odio a España del separatismo?, llegó a decir.
El incidente ha generado un tono crispado en el Parlament, donde la tensión es palpable. La reacción de Rull ha sido un llamado a la atención sobre la importancia de mantener un lenguaje respetuoso y no discriminatorio en el debate parlamentario.
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