Tres concursantes de 'Pekín Express' revelan sus experiencias más impactantes en el reality show: Yo no lo haría, me sentía fatal, qué sentimiento de culpa.
En el popular programa de televisión Pekín Express, tres concursantes han compartido sus experiencias más impactantes durante su participación en el reality show. En entrevistas recientes, estos participantes han abierto su corazón y han revelado los momentos más difíciles y emocionales que vivieron durante su aventura en el extranjero. Desde sentimientos de carga de culpa y desesperanza, hasta experiencias que les hicieron sentirse muy mal, los concursantes no han ahorrado detalles sobre los desafíos que enfrentaron en el programa. A continuación, conoceremos más sobre las historias de estos tres valientes concursantes y cómo Pekín Express los cambió para siempre.
Pekín Express: Alba Paúl y Álex Domenech revelan sus experiencias más impactantes
Los concursantes de Pekín Express han iniciado su emocionante viaje por Vietnam, Laos y Camboya, y la plataforma Max ya ha comenzado a emitir este programa en el que un grupo de famosos deben recorrer 2500 kilómetros sin más recursos que su instinto, ingenio y habilidades sociales.
En este recorrido contrarreloj, las parejas formadas por Miriam Díaz Aroca y María Grant, Octavi y Alicia Pujades, Gonzalo Miró y Ángel Díaz, Álex de la Croix y Guille Camas, Alba Paúl y Álex Domenech, Canco Rodríguez y David Pulido, y Gemma Mengual y Gisela Morón deben buscar transporte, alojamiento y comida, lo que les obliga a pedir, rogar y mendigar a los locales.
Para sorpresa de muchos de ellos, acostumbrados al recelo y el individualismo de nuestro mundo occidental, los locales respondieron con una gran hospitalidad y sentimiento de comunidad. Yo no lo haría, decía el actor Canco Rodríguez sobre el hecho de que llegue un desconocido y te pida dormir en tu casa. Tú no sabes cómo llegamos a las casas, llegamos llenos de mierda. Pekín Express fue una juerga maravillosa oliendo a choto.
Pero no era fácil, ni siempre a la primera, como hacía ver el también actor Octavi Pujades. Igual te llevaba el décimo quinto coche al que se lo pedías o te alojaba la quinta oficina o casa a la que llamamos a la puerta.
Aun así, una vez dispuestos a dar hospitalidad, lo hacían con todo. Quien lo hacía te llevaba y se desviaba de su camino y perdía hora y media de camino, desviándose de su trayecto a casa o a llevar al crío al cole o lo que fuera. O sea, hemos encontrado gente muy especial, destacaba Pujades.
María Grant, hija de la actriz y presentadora Miriam Díaz Aroca, daba su visión: Vas con toda la cara presentándose para pedir que te paguen un taxi, que te paguen un autobús, porque tú no puedes coger el dinero. No tenemos más que un euro para comer. Y te presentas en casa de la gente para que te den de cenar, que te dejen dormir y que te lleven al día siguiente al sitio al que hay que llegar. Y piensas que no hay otra, no puedes hacer otra cosa porque si no, no avanzas. Pero hay momentos en los que te sientes mal y piensas 'jo, es que me estoy pasando'.
El colaborador televisivo Gonzalo Miró reflexionaba: Descubres que los que menos tienen son los más generosos, los que no tienen absolutamente nada que perder son los que te dan todo lo que tienen, por poco que sea.
Álex Domenech, acompañante de Alba Paúl, se dio cuenta de que en esos lugares insistir funcionaba. Aquí tú le insistes a alguien y yo creo que te acabaría pegando. Los locales, sin embargo, acababan transigiendo nos dábamos cuenta de que hacían lo que les decíamos. Para allí, para allá, más rápido, más despacio. Y yo pensaba a mí me dicen eso en mi coche y digo 'bájate ya y vete como tú puedas'.
La influencer Alba Paúl aseguraba que en ocasiones se sentía fatal. Una persona que te está dando todo, te ayuda, te lleva hasta tres horas de camino y tú no le entiendes, no hablas su idioma, no te puedes comunicar, no le puedes agradecer como te gustaría agradecer y no le puedes dar absolutamente nada, se lamentaba.
No puedes coger su teléfono, no puedes pensar 'pues mira, si vuelvo a este país, vendré y te agradeceré todo el favor que me estás haciendo'. Te ayudan a cambio de nada y te están salvando la carrera o te están echando una mano. Te hace sentir fatal. A veces decía 'venga Alex, ya dejemos de mendigar'. A veces, incluso surge el sentimiento de culpa. Te están ayudando tantísimo y piensas 'yo en casa no lo haría', reflexionaba Alba Paúl.
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