En un momento que no podrá olvidarse, la final de la Champions League celebrada en el Estadio del Drago en Oporto, Portugal, fue testigo de una sorprendente interrupción. Tres fanáticos aficionados, que lograron sortear la seguridad del estadio, invadieron el campo de juego y lograron tomar un selfie con dos de los jugadores más destacados del partido, Jude Bellingham y Vinícius. El incidente, que conmocionó a los espectadores y a los jugadores, se convirtió rápidamente en un tema de conversación en las redes sociales.
Fanáticos aficionados interrumpen la final de la Champions League para tomar selfies con Bellingham y Vinícius
La final de la UEFA Champions League entre el Real Madrid y el Borussia Dortmund no empezó de la mejor manera posible, ya que el juego apenas tuvo treinta segundos de continuidad desde el pitido inicial antes de que varios espontáneos saltaran al césped de Wembley.
Apenas se jugaron unos segundos en el mítico estadio inglés desde que el colegiado dio la primera orden, cuando enseguida varios hinchas saltaron al césped y obligaron al colegiado a detener el encuentro. Hasta tres fueron contabilizados, y, al parecer, lo hicieron con el objetivo de tomarse algunas fotografías con sus ídolos. Lo consiguieron con Jude Bellingham y Vinícius.
La interrupción del partido fue corta, ya que se retomó pocos segundos antes de que el cronómetro marcara el minuto 3, sin más incidencias. Desde ese momento, se pudo retomar el duelo sin más complicaciones.
Además de esta interrupción, hubo otro fallo de seguridad en la gran final. Los aficionados del Borussia Dortmund consiguieron filtrar dentro del estadio ciento de bengalas que encendieron justo en el arranque de la segunda mitad del partido.
Imágenes impactantes de la invasión del campo y de las bengalas encendidas en el estadio de Wembley se hicieron virales en las redes sociales, causando sorpresa y preocupación entre los seguidores del fútbol.
La seguridad en el estadio de Wembley fue cuestionada tras este incidente, ya que parece que no hubo medidas de seguridad adecuadas para evitar la invasión del campo.
Afortunadamente, el partido continuó sin más incidentes y se desarrolló con normalidad. Sin embargo, este incidente dejará un mal sabor en la boca para la UEFA y la organización del evento.
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