Turbulencias en el sector: descubriendo las causas detrás de la crisis en BMW y Volkswagen y su impacto en la industria automotriz europea Otra opció

Turbulencias en el sector: descubriendo las causas detrás de la crisis en BMW y Volkswagen y su impacto en la industria automotriz europea

La industria automotriz europea se encuentra en una situación de crisis sin precedentes, con dos de sus principales exponentes, BMW y Volkswagen, enfrentando turbulencias financieras y de producción sin igual. La caída de estas dos potencias automotrices ha generado un impacto significativo en la economía europea y ha puesto en alerta a los inversores y analistas del sector. En este artículo, nos adentraremos en las causas detrás de esta crisis y analizaremos el impacto que tendrá en la industria automotriz europea en general.

Crisis en la industria automovilística: ¿qué va mal en BMW y Volkswagen y cómo afecta a la economía europea?

Las costuras de la industria automovilística europea están al límite. Lo que antes era un motor fiable de la economía, hoy se tambalea entre retrasos en la producción, caídas en las ventas y una feroz competencia internacional.

La industria automovilística europea en trance de crisis

Los titulares de las últimas semanas han estado marcados por cierres de fábricas, recortes de personal y caídas en las ventas de fabricantes como Volkswagen, BMW, Renault y Chery, lo que refleja la magnitud de la crisis.

Lo que comenzó con problemas en la transición hacia los vehículos eléctricos ha afectado a todos los motores, desde el diésel hasta los híbridos. El aviso de Luca de Meo, CEO de Renault, de que Europa tendrá que dejar de fabricar 2,5 millones de coches para cumplir con los límites de emisiones refuerza este sombrío panorama.

BMW ajusta sus previsiones tras un problema técnico

Los datos son preocupantes. BMW se desplomó un 11% en bolsa el martes pasado tras rebajar su previsión de margen operativo del 8% - 10% al 6% - 7% debido a un problema técnico en el sistema de frenos, que ha obligado a retirar 1,5 millones de unidades.

Este fallo técnico no solo ha sido un golpe financiero para BMW, sino que ha sacudido a todo el sector, arrastrando a Mercedes-Benz, Porsche, Stellantis y Renault cuyas acciones cayeron entre un 3% y un 5%.

En el año, el historial bursátil no puede ser más alarmante para los fabricantes alemanes. BMW pierde un 28%, Volkswagen un 20% y Mercedes- Benz un 10%.

Volkswagen estudia la posibilidad de cerrar plantas en Alemania

Por otro lado, Volkswagen, estudia la posibilidad de cerrar plantas en Alemania por primera vez en 87 años. La empresa ya ha anunciado la eliminación de la garantía de empleo abriendo la puerta a despidos a partir de 2025. Volkswagen busca reducir costes debido a la caída en las ventas y la creciente competencia de los fabricantes chinos de coches eléctricos.

La competencia china debilita la producción europea

Lo que en un principio parecía ser una carrera por el liderazgo en la producción de vehículos eléctricos, se ha convertido en una lenta marcha cuesta abajo para Europa. Las marcas chinas, como BYD y Chery, están ganando terreno rápidamente, con precios más competitivos y modelos que parecen estar captando la atención de los consumidores globales.

Chery, por ejemplo, ha retrasado la producción de su modelo eléctrico Omoda 5 en Barcelona hasta 2025, otra señal clara de que ni siquiera los fabricantes extranjeros ven con claridad el futuro de la automoción en Europa.

La producción automovilística en Alemania cae un 8,1%

Mientras tanto, las cifras son implacables. La producción automovilística en Alemania cayó un 8,1% en julio, lo que agrava la ya preocupante situación de la industria en el país. Las ventas no solo caen en el mercado interno, sino que las exportaciones, que solían ser uno de los pilares de la industria, también están sufriendo.

La producción está un 10% por debajo de los niveles previos a la pandemia, y el riesgo de una recesión técnica en la economía alemana es cada vez más real.

¿Cuál es la fórmula para sobrevivir a la crisis?

Para intentar mantenerse a flote, muchos fabricantes europeos están considerando mover parte de su producción fuera de Europa. Volkswagen ya ha señalado que está buscando regiones más rentables para fabricar sus coches, lo que podría significar la pérdida de miles de empleos en su país de origen.

ZF, uno de los mayores proveedores de componentes, también ha anunciado la eliminación de 14.000 puestos de trabajo en Alemania, mientras que Continental ya ha comenzado a recortar más de 7.000 empleos.

El impacto en el mercado laboral

La presión por adaptarse al coche eléctrico está teniendo un costo enorme en la industria. Y no es solo un cambio tecnológico: el coche eléctrico requiere menos mano de obra y, en muchos casos, menos cualificación, lo que ha dejado a muchos trabajadores altamente cualificados en una situación precaria.

La consultora Horváth advierte que el 60% de las empresas del sector están considerando ajustes de personal en los próximos cinco años. Este impacto no se limita a las grandes marcas; toda la cadena de suministro está sufriendo las consecuencias.

El sector automovilístico: ¿un modelo de negocios agotado?

El viejo modelo de negocios, basado en energía barata y una fuerte demanda de exportaciones, parece haber llegado a su fin. La guerra en Ucrania, que ha incrementado los costes energéticos, y la competencia de China están dejando a Europa en una posición de vulnerabilidad que no se veía desde hace décadas.

El golpe final parece estar en el mercado laboral. A pesar de que la tasa de desempleo en Alemania es relativamente baja, con un 6%, los empleos que se están perdiendo son los más cualificados y mejor remunerados.

El sector del automóvil, que ha sido históricamente un símbolo de prestigio y estabilidad, ha destruido un 6,5% del empleo en los últimos años, y se espera que esta tendencia continúe. La situación es tan grave que Volkswagen podría ser solo la primera de muchas empresas en anunciar el cierre de fábricas.