Un avanzado sistema de detección revela presencia de burbujas de plasma en las pirámides de Egipto
En un hallazgo que promete revolucionar la comprensión de la arqueología y la física, un equipo de investigadores ha descubierto la presencia de burbujas de plasma en las pirámides de Egipto mediante un sistema de detección avanzado. Esta sorprendente revelación abre nuevas puertas para la investigación sobre la tecnología ancestral y los misterios de la construcción de estas impresionantes estructuras. Según los expertos, la detección de estas burbujas de plasma puede arrojar luz sobre los métodos de construcción utilizados por los antiguos egipcios y, posiblemente, sobre la funcionalidad original de las pirámides.
Descubrimiento revolucionario: radar chino detecta burbujas de plasma en las pirámides de Egipto
Investigadores de la Academia China de Ciencias han hecho un descubrimiento revolucionario al detectar gracias a un potente radar una serie de burbujas de plasma ecuatorial (EPB) sobre las icónicas pirámides de Guiza, en Egipto.
Para lograr este hallazgo, los investigadores construyeron un radar ionosférico de largo alcance y baja latitud (LARID), capaz de ver las irregularidades creadas por las burbujas de plasma en tiempo real desde China, lo que convierte este descubrimiento en algo extraordinario.
Qué son las burbujas de plasma
Las burbujas de plasma son un fenómeno meteorológico anómalo que se forma en latitudes bajas, normalmente después del atardecer, y que está causado por la desaparición de una gran cantidad de partículas cargadas en la ionosfera, la parte de la atmósfera superior de la Tierra.
A pesar de que estas burbujas pueden causar estragos en los dispositivos de posicionamiento GPS e incluso interrumpir las comunicaciones por satélite, siguen siendo un fenómeno poco conocido que normalmente se suele observar desde el espacio.
El radar LARID
El radar LARID, con un alcance de 9.600 kilómetros, captó desde la isla de Hainan las señales de estas burbujas, cuyo movimiento también pudo ser rastreado en tiempo real por parte de los científicos a través de las pantallas.
Debido a la curvatura de la Tierra, los radares convencionales tienen dificultades para ver objetivos por debajo del horizonte. Sin embargo, este potente radar permite operar con un alcance de detección que cubre casi la mitad de la Tierra.
Perspectivas futuras
Tras el éxito obtenido con el radar LARID, los científicos chinos esperan ahora poder construir tres o cuatro radares sobre el horizonte, similares a LARID, en regiones de baja latitud de todo el mundo, para poder así monitorear de manera continua y en tiempo real las burbujas de plasma que tienen lugar en cualquier punto de la Tierra.
Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para el estudio de los fenómenos meteorológicos extremos y la comprensión de la ionosfera, lo que puede tener un impacto significativo en la navegación y las comunicaciones.
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