Un lugar único: el cementerio más colorido y divertido del mundo, donde la alegría y la creatividad adornan la memoria de los seres queridos
En un lugar donde tradicionalmente se asocia con la tristeza y el luto, un cementerio en particular rompe con las convenciones y se ha convertido en un espacio de celebración y alegría. Ubicado en un lugar paradisíaco, este cementerio más colorido y divertido del mundo es un homenaje a la vida y a la creatividad. Aquí, la alegría y la creatividad se unen para rendir tributo a la memoria de los seres queridos, convirtiendo lo que podría ser un lugar sombrío en un espacio de recuerdos felices y emotivos. Prepárate para descubrir un lugar que te hará replantear la forma en que se honra la memoria de los que nos han dejado.
Un lugar sin igual: descubre el cementerio más colorido y alegre del mundo en Rumanía
Los cementerios son lugares de culto en los que las personas fallecidas reposan para que sus familiares y seres queridos puedan velarles. Generalmente, estos enclaves están relacionados con lo tenebroso, los fantasmas, las leyendas y otros elementos terroríficos, por lo que muchas personas prefieren no poner un pie en ellos.
En España tenemos un sinfín de cementerios, desde los más grandes y lujosos hasta pequeños y sencillos que habitan en pueblos casi deshabitados. En nuestro país, miles de personas acuden a estos camposantos cada 1 de noviembre para celebrar el Día de Todos los Santos. Uno de los cementerios más bonitos de España está en un pueblo costero de Asturias.
Pero, con la llegada de Halloween, cientos de personas acuden a los cementerios en busca de vivir experiencias paranormales. Sin embargo, hay un cementerio que es todo lo contrario, donde las tumbas son coloridas y alegres, y la felicidad resplandece en cada esquina.
El cementerio más feliz del mundo
Para descubrir el llamado Cementerio Feliz de Săpânța, hay que viajar hasta el condado de Maramureş, en el norte de Rumanía, muy cercano a la frontera con Ucrania. Aunque el país hogar del Conde Drácula nos haga pensar que sus cementerios van a ser lúgubres y tenebrosos, este enclave es completamente diferente a lo que podríamos imaginar.
La historia de este lugar se remonta a años atrás, cuando el escultor Stan Ioan Patras decidió construir unas tumbas muy peculiares y distintas a las que solemos ver en un cementerio. Tras la Segunda Guerra Mundial, comenzó a hacer dibujos y escrituras en las cruces que creaba para los funerales de los vecinos fallecidos.
El escultor decidió que no quería que a la gente se la recordara de forma triste y aburrida, por ello comenzó a crear las cruces y tumbas a partir de las anécdotas que se contaban en el pueblo sobre el fallecido, para que descansara eternamente en un lugar feliz y alegre.
La primera de esas cruces la hizo en 1935, y ese mismo año apareció una de ellas escrita en primera persona, lo que hizo de este cementerio un lugar todavía más particular. Desde ese año, el escultor creó más de 700 cruces hasta su muerte años después en 1977. Así, el Cementerio Feliz de Săpânța se convirtió en uno de los más famosos del mundo por sus coloridas y llamativas tumbas.
Generalmente, los epitafios hablan de sucesos del fallecido, cosas graciosas de su vida y un dibujo que representa a la persona que descansa bajo ellos. Estas obras de arte se mantuvieron en el tiempo gracias a un discípulo del escultor que continúa creando tumbas con el estilo original.
A este precioso cementerio le acompaña una iglesia neogótica, también de alegres colores, que a día de hoy aún realiza algunas misas y celebraciones religiosas.
Cada año, miles de personas visitan este precioso, colorido y llamativo cementerio que demuestra que no todos los lugares de descanso de fallecidos deben ser tristes y apagados, y que puede honrarse a los muertos con lápidas y cruces alegres que recuerdan historias felices de cómo fueron en vida.
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