Un único mossos vigila el escenario de Puigdemont, rodeado e increpado por sus seguidores
En un tenso y histórico momento político en Cataluña, una imagen ha llamado la atención de todos. Un solo mossos d'esquadra, miembro de la policía autonómica catalana, se encuentra vigilando el escenario donde se encuentra el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Lo que hace aún más impactante esta escena es que el agente se encuentra rodeado y incredado por un grupo de seguidores del líder independentista, que le gritan y le reprochan su presencia en el lugar. Esta situación refleja la tensión y la polarización que existe en la sociedad catalana en este momento.
Mossos vigilan a Puigdemont, pero son increpados y rodeados por su séquito
Según un atestado presentado ante el juzgado, los Mossos d'Esquadra situaron a un solo agente de información cerca del escenario en el que intervino Carles Puigdemont, y fue increpado y rodeado por medio centenar de personas mientras vigilaba e intentaba seguir al expresident en su huida.
El agente de información se encontraba en el paseo Lluís Companys, con la supervisión del jefe del dispositivo, un sargento, cuando vio llegar la comitiva de 200 personas que acompañaba al expresident. Entre ellas, autoridades y cargos electos de Junts.
Un agente rodeado por cien personas
El agente de información avisó a sus superiores mediante el canal policial de trabajo habilitado para la ocasión, pero fue rodeado por cien personas que lo increpaban y trataban de impedir su vigilancia. Puigdemont estuvo escoltado en todo momento por estas personas, que caminaban a un ritmo acelerado hacia la parte trasera del escenario.
Luego de su discurso, Puigdemont se introdujo en una carpa que había montada en el interior del recinto perimetrado, un espacio que estaba totalmente cerrado e impedía la visión desde fuera.
Tres columnas de filas para proteger a Puigdemont
Un grupo de unas 50 personas que estaban en el interior de la zona vallada se dispusieron en tres columnas de filas con los brazos entrelazados, con un sombrero de paja en la cabeza, para proteger a Puigdemont.
El agente de información fue increpado por su actitud de vigilancia por la gente que controlaba el acto, con expresiones como quién eres, qué pasa, qué quieres. Estuvo rodeado todo el rato por ellos, que intentaban que perdiera el control visual de lo que sucedía.
La huida de Puigdemont
Hacia las 9.05 horas, el agente vio que un grupo de tres personas se acercaba a la valla de seguridad, a la altura del parking, y rompía las bridas de las vallas. En ese momento, Jordi Turull salió del perímetro seguido de Puigdemont, ambos con una gorra azul en la cabeza.
Los dos líderes se subieron entonces a los asientos traseros del coche blanco, que conducía una mujer y que en el lugar del copiloto llevaba una silla de ruedas plegada y colocada en horizontal.
El agente de información llamó por teléfono al inspector jefe de información para avisarle de la situación, ya que no podía comunicarse por emisora debido a la hostilidad de los congregados.
La actitud de las personas que vigilaban y controlaban en todo momento las acciones del agente cambió de manera repentina, y empezaron a increpar y a seguir al mosso cuando empezó a perseguir a los tres coches, que habían arrancado la marcha en dirección a la estación del Nord.
Finalmente, el agente se pudo deshacer de las personas que le perseguían y corrió en paralelo a los vehículos, cuyo recorrido y descripción facilitó, hasta que perdió de vista a la comitiva en el semáforo de la calle Trias Fargas con paseo Circumvaŀlació.
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