Una pareja se enfrenta a juicio por el estruendo de un gallo que les impide disfrutar de la paz y el descanso en su hogar.
En un caso que ha generado gran controversia en la opinión pública, una pareja se enfrenta a un juicio por la perturbación del orden público debido a el estruendo de un gallo que les impide disfrutar de la paz y el descanso en su hogar. Según los denunciantes, el ruido producido por el ave ha llegado a ser insostenible, impidiéndoles llevar una vida normal en su propio domicilio. La pareja, que vive en una zona residencial, ha intentado encontrar una solución amistosa con sus vecinos, dueños del gallo, pero sin éxito. Ahora, el caso llegará a los tribunales para determinar quién tiene la razón y qué medidas se deben tomar para solucionar este problema.
Un gallo y un juicio: la lucha por la paz en un hogar rural
En Bourgoin-Jallieu, un departamento francés de Isère, una vecina ha denunciado a los propietarios de un gallo Bantam llamado Ricco por el fuerte canto del ave, que según ella, le causa dificultad para concentrarse, falta de sueño y fatiga auditiva. La demandante, que prefiere permanecer en el anonimato, asegura que el soniquete del gallo es insoportable tanto de noche como de día.
Los propietarios del gallo, una pareja que se mudó de la ciudad a Bourgoin-Jallieu hace 25 años para disfrutar de una vida más rústica, han rebatido estas afirmaciones. Insisten en que el gallo canta unas quince veces a primera hora de la mañana, y luego unas cuantas veces más durante el día.
El conflicto jurídico
La pareja intentó una mediación a través del ayuntamiento, pero no prosperó y la vecina emprendió acciones legales. El caso se centrará en una ley francesa del 29 de enero de 2021, destinada a definir y proteger el patrimonio sensorial de la campiña francesa.
Los propietarios del gallo consideran que viven en un entorno que siempre ha sido rural, mientras que su vecina considera que el barrio de Boussieu ya no está en el campo. Un juez tendrá que decidir cuál de las dos partes tiene razón.
La lucha por el silencio
Franck, el dueño de Ricco, afirma que ha hablado con todos los vecinos, excepto con la demandante, y ninguno de ellos tiene problemas con el canto del gallo. Sin embargo, la demandante insiste en que el canto del gallo es un disturbo que le impide disfrutar de su hogar.
El caso de Ricco se convierte en una lucha por el patrimonio sensorial de la campiña francesa, un concepto que se enfrenta a la realidad de la vida rural en Francia. ¿Quién tiene la razón en este conflicto jurídico?
Los propietarios de Ricco deberán comparecer ante un juez el 14 de enero de 2025 para responder a las acusaciones de la vecina. La sentencia del juez determinará si el canto del gallo es un disturbo o parte del patrimonio sensorial de la campiña francesa.
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