En el programa de citas First Dates, una valiente soltera decidió compartir su experiencia en un cuarteto, un encuentro romántico con tres personas al mismo tiempo. Esta participante, dispuesta a encontrar el amor, no dudó en probar esta inédita experiencia, con el fin de conocer a alguien especial. Con una actitud abierta y sin prejuicios, esta soltera demostró que, en efecto, hay que probar de todo para conocer a alguien. Su historia nos muestra que, en el mundo de las citas, no hay límites cuando se trata de encontrar el amor verdadero.
Rocío y Roberto en 'First Dates': Una noche de confesiones y pasión en el programa de citas
El programa de citas First Dates ha vuelto a contar con protagonistas decididos a encontrar el amor. Esta semana, dos de los que acudieron al conocido espacio de citas fueron Rocío y Roberto, dos solteros que fueron convirtiendo su cena en un momento donde hubo todo tipo de confesiones.
Rocío, una soltera que aseguraba que ligaba con frecuencia, especialmente en la gasolinera donde trabaja. Mi hermano dice que soy una partecuellos le confesaba a Carlos Sobera al principio de la noche, explicando que algunos clientes se giran solo para mirarla. Además, reconocía que le gustaba mucho el flamenco, el estilo urbano y los tatuajes.
Por su parte, Roberto se definía como divertido y muy alegre. Se describía también como un verdadero apasionado del Carnaval, sin el que reconocía que no podía vivir, ya que le gusta mucho estar con sus amigos de cachondeito. Nada más ver a Rocío sintió un verdadero flechazo: Sé que vamos a tener algo, lo he visto en su mirada.
Rocío, en cambio, reconoció que su cita no le había gustado físicamente en un principio, pero en cuanto se conocieron la cosa fue cambiando poco a poco. Los dos constataron que tenían gustos y formas de entender la vida muy parecidas, por lo que empezaron a conocerse profundamente.
Al hablar de sus preferencias sexuales, los dos reconocieron ser muy fogosos. Y fue en ese instante cuando Rocío le confesó a su cita que era una mujer muy pasional que había probado de todo en la cama. Confesó que nunca había hecho un trío, pero sí un cuarteto: Hay que probar de todo para saber si te gusta o no te gusta.
A Roberto le encantó su confesión, quien reconoció que en la cama era un poco salvaje, y ella respondió asegurando que le encanta utilizar juguetes sexuales en la cama: Me gustan los accesorios para no caer en la rutina.
De la mesa donde estaban cenando dieron paso al reservado, donde los dos se animaron a echar unos bailes de flamenco. Su química fue creciendo hasta que llegaron a besarse apasionadamente, por lo que, ante la pregunta final de si querían seguir conociéndose, los dos afirmaron un rotundo 'sí' para poder seguir dando rienda suelta a su amor.
Deja una respuesta