Valladolid celebra una exitosa recogida del Banco de Alimentos con la participación de personas con discapacidad intelectual
La ciudad de Valladolid ha celebrado una recogida del Banco de Alimentos, en la que han participado voluntarios con discapacidad intelectual, entre ellos Javier Olivera, más conocido como Oli, y Roberto Gijón. Ambos han destacado la importancia de ser solidarios y colaborar en campañas como esta para ayudar a personas necesitadas.
Para mí ha sido el segundo año que participo, cuenta Oli, y para mí el cuarto, añade Roberto. Hay que ser solidarios y colaborar con estas campañas para la gente necesitada. Hacen falta muchos alimentos o donaciones, defiende Oli.
La recogida se realizó en supermercados de la ciudad, donde los voluntarios, identificados con chalecos azules del Banco de Alimentos, pidieron a los clientes que donaran al menos un euro. Se da una papeleta a la gente para que donen de un euro en adelante. Se le explica a la gente, detalla Oli.
Un cambio en la forma de recoger donaciones
Roberto recuerda cómo eran las cosas antes de la pandemia: Se recogían alimentos y esas cosas. Los poníamos en un palé. Los separábamos por leche, verduras y esas cosas. Creo que se participaba más que ahora. Sin embargo, Lorena Palomar, de comunicación de Futudís, explica que ahora se recogen donaciones económicas en lugar de alimentos, lo que hace que las recogidas sean más eficaces.
La importancia del voluntariado
María Jerez, de Futudís, coordinó esta actividad de recogida y destaca la importancia del voluntariado de personas con discapacidad intelectual. Todo el mundo puede estar en todas partes. Todo el mundo puede ayudar, echar una mano, y las personas con discapacidad tienen derecho a estar en todos los ámbitos, defiende.
Oli y Roberto han aprendido de sensibilización y ayuda. Sensibilizar a la gente, te pueden ayudar a ti en tus cosas y tú puedes ayudarlos también. Otras entidades te ayudan a ti y tú ayudas a otras, dice Oli.
Un cambio de rol
En Futudís dan mucha importancia a este cambio de rol, de pasar de recibir ayuda, como personas con discapacidad, a ser también personas que ayudan. Tenemos discapacidad y somos personas, que la gente se tome en serio el Banco de Alimentos, sentencia Oli.
Roberto tiene un voluntario que lo acompaña, Luis, y juntos han creado un grupo de personas con discapacidad que se reúnen regularmente para hacer actividades como ir al cine o senderismo.
La hija de Luis, Carmen, se ha convertido en voluntaria y ha estudiado trabajo social o educación especial para apoyar a personas con discapacidad.
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