En un acto de solidaridad y compromiso con la comunidad, Volúpia, un emblemático bar LGTBI de Brasil, cambió radicalmente su enfoque para convertirse en un centro de atención para las víctimas de las devastadoras inundaciones que azotaron el país. La iniciativa, sin precedentes en la historia del bar, busca brindar apoyo y alivio a las personas afectadas por la catástrofe. En este momento crítico, el bar se ha transformado en un espacio de recepción y distribución de donaciones, servicios médicos y psicológicos, y otros tipos de ayuda para aquellos que más lo necesitan. Esta heroica acción es un ejemplo a seguir para la sociedad brasileña y un recordatorio de la importancia de la solidaridad en momentos de crisis.
Volúpia, el bar LGTBI que se transformó en un centro de ayuda para la reconstrucción en Brasil
En el sur de Brasil, un bar LGTBI llamado Volúpia se ha transformado en un centro de ayuda para la reconstrucción tras las devastadoras inundaciones que han azotado la región. El local, que solía ser un lugar de diversión y entretenimiento, ahora se ha convertido en un refugio para los afectados por las inundaciones.
El cambio fue repentino. En solo una semana, el Volúpia pasó de servir caipiriñas a distribuir alimentos y suministros entre los afectados por las inundaciones. Sus alrededor de 300 voluntarios, muchos de ellos antiguos clientes, cubren huecos donde no llegan las autoridades.
Un espacio de resistencia
Las dueñas del bar, Cassi Schuhl y su socia, tomaron la decisión de cerrar como bar al ver el desastre en el que estaba metida Lajeado, una ciudad de 85.000 personas que fue inundada parcialmente por una crecida inédita del río Taquari. Somos un espacio de resistencia. Cuando hay un desastre, las personas se unen, explica Schuhl.
El local recibe donativos en especie o por PIX, la popular plataforma brasileña de pagos electrónicos, y cada día envía escuadrones de voluntarios a varias ciudades de la región. Una camioneta, cargada hasta reventar de escobas y rollos de papel higiénico, está lista para partir hacia un municipio que acaba de volver a la civilización después de pasar una semana aislado por los deslizamientos de tierra y la ruptura de un par de puentes.
107 muertos y 136 desaparecidos es el saldo trágico de las inundaciones en el sur de Brasil. El Volúpia es solo uno de los muchos esfuerzos que se están realizando para ayudar a los afectados.
La historia de Cristina Jardim, estudiante de biomedicina de 22 años, es solo un ejemplo de la labor que se está realizando en el Volúpia. Cristina fue enviada a ayudar a una mujer mayor que cojea de la pierna y que está desesperada por volver a su casa, que el río prácticamente tapó.
El futuro es incierto, pero por ahora, el Volúpia está decidido a seguir ayudando. Estamos yendo día a día porque las necesidades cambian continuamente. Ni siquiera sabemos si vamos a volver a ser bar. Más adelante, decidiremos, explica Schuhl.
Por ahora, lo que es seguro es que el Volúpia ha encontrado un nuevo propósito en la vida: ayudar a aquellos que lo necesitan.
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