Este es el motivo por el que los legionarios participan en el traslado del Cristo de la Buena Muerte en Málaga en Semana Santa:
La participación de los legionarios en el traslado del Cristo de la Buena Muerte en Málaga durante la Semana Santa no solo constituye un acto de devoción, sino también un gesto de respeto y tradición arraigado en la historia de la ciudad. Este grupo militar, conocido por su disciplina y compromiso, brinda su colaboración de manera desinteresada para llevar a cabo esta importante procesión que conmemora la Pasión y Muerte de Cristo. La presencia de los legionarios en este evento religioso no solo realza su solemnidad, sino que también refuerza los lazos entre la Fuerzas Armadas y la comunidad, demostrando que valores como la solidaridad y el compromiso trascienden las fronteras de lo militar para unirse a lo espiritual.
Legionarios honran al Cristo de la Buena Muerte en Málaga en Semana Santa
La celebración del Jueves Santo en Málaga adquiere un significado especial con la llegada de los soldados de la Legión, quienes desembarcan en el puerto de la ciudad para llevar a cabo el traslado del venerado Cristo de Mena, conocido también como el Cristo de la Buena Muerte. Este traslado se inicia desde el interior de la Iglesia de Santo Domingo hasta su trono procesional en la Casa Hermandad de la Congregación de Mena, desde donde partirá en solemne procesión durante la tarde-noche.
La participación de los legionarios en el traslado del Cristo de Mena lo convierte en uno de los eventos más emblemáticos de la Semana Santa en España. Durante este acto, los soldados entonan el cántico El Novio de la Muerte, cargando de emotividad y espectacularidad el ambiente para todos los devotos que se congregan en el puerto de Málaga para presenciar tan solemne momento.
La estrecha relación entre la Legión y el Cristo de la Buena Muerte se fundamenta en que esta imagen es el patrón y protector de la Legión desde que así fue proclamado por la Autoridad Militar en el año 1928. Según la Congregación de Mena, los legionarios son considerados una pieza clave en esta hermandad desde que, en ese año, se gestara un acercamiento entre los mandos militares y los directivos de la congregación. Desde entonces, la Legión solicitó que el Cristo de la Buena Muerte fuera su patrón y protector, una petición que fue acogida con entusiasmo por la cofradía.
En 1930, por primera vez, los legionarios tuvieron el honor de llevar en sus hombros al Cristo de Mena durante su traslado, y desde 1931 también participan en la guardia ante la imagen del Cristo Crucificado en la capilla de Santo Domingo. Esta estrecha vinculación ha llevado a que el Cristo de Mena sea conocido popularmente como el Cristo de los Legionarios, otorgándole un lugar central en las celebraciones del Jueves Santo y la Semana Santa en Málaga.
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