En el marco del preocupante fenómeno del calentamiento global, surge una inquietante noticia que ha despertado la atención de la comunidad científica. Según recientes estudios, virus prehistóricos que permanecían congelados en el permafrost siberiano se están descongelando debido al aumento de las temperaturas. Esta situación plantea la incógnita sobre si estos microorganismos ancestrales representan un peligro potencial para la salud humana y el medio ambiente. La liberación de estos virus antiguos que han estado inactivos durante milenios plantea interrogantes sobre su capacidad de adaptación a los ecosistemas modernos y su posible impacto en la salud global. Es imperativo que se realicen más investigaciones para comprender la magnitud de esta amenaza emergente y tomar medidas preventivas en aras de la seguridad de la humanidad.
Virus prehistóricos congelados emergen por calentamiento global: ¿un peligro inminente?
Desde 2014, un equipo científico franco-ruso ha descubierto varios virus que dormían en el letargo de la congelación siberiana hasta que por efecto del cambio climático han emergido a la superficie. El aumento de la temperatura global del planeta debido al cambio climático está ocasionando el deshielo del permafrost, capa de subsuelo terrestre congelada hace miles de años y que contiene, entre otro tipo de materias, virus congelados desde tiempos prehistóricos. Un equipo científico franco-ruso ha descubierto varias cepas de estos virus desde 2014 analizando qué riesgo existe para los humanos si son reactivados.
Despiertan virus 'zombis' de hace años: ¿amenaza para la humanidad?
En 2014, se presentó el descubrimiento del primero de estos virus prehistóricos, denominado Pithovirus, hallado en el permafrost siberiano. En este caso, no hubo alerta para humanos: solo infectan a organismos unicelulares. Un año más tarde, el mismo equipo descubría otro virus, Mollivirus sibericum, también inofensivos. En su última publicación, el equipo franco-ruso ya habla del descubrimiento de 13 nuevos virus, también en regiones siberianas. Entre ellos uno con más de 48.500 años de antigüedad, denominado Pandoravirus yedoma.
¿Hay riesgo para la salud humana? En su última publicación, el equipo científico franco-ruso se muestra prudente con respecto a una alerta para la salud humana aunque tampoco cree que se deba descartar “la amenaza para la salud pública”. De hecho, se han registrado brotes de ántrax en Siberia que han afectado tanto a comunidades humanas como a renos, vinculándose su reactivación a esporas del virus Bacillus anthracis en el permafrost descongelado de la zona. El contagio a los humanos no sería el único riesgo importante: según voces expertas, la infección de otras especies también podría ocasionar daños medioambientales irreparables.
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