La Liga de Fútbol Profesional (LaLiga) ha intensificado su lucha contra la piratería en el ámbito deportivo, centrándose en un fenómeno conocido como 'cardsharers'. Estos individuos son responsables de compartir ilegalmente señales de televisión codificadas, permitiendo el acceso no autorizado a contenidos de pago, incluidos los eventos deportivos de LaLiga. La práctica de 'cardsharing' ha suscitado la preocupación de las autoridades y de la industria del entretenimiento, debido a las pérdidas económicas que genera y al impacto negativo en los derechos de propiedad intelectual. LaLiga ha emprendido acciones legales para perseguir a los responsables de esta actividad ilícita, reforzando así su compromiso con la protección de sus derechos y la lucha contra la piratería en el ámbito deportivo.
La lucha contra la piratería en el fútbol ha alcanzado este martes su punto más elevado: el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Barcelona ha admitido la petición de LaLiga para que las teleoperadoras aporten los datos personales de los cardsharers. Son Orange, Vodafone, Digi, Telefónica y MásMóvil las compañías que están obligadas a facilitar dicha información. Una vez recibida la resolución del tribunal, estos procederán a enviar los datos, y después comenzarán a llegar las reclamaciones.
Se sabrá quiénes están viendo el fútbol de forma ilegal, ha advertido el presidente de LaLiga, Javier Tebas, que ha avisado de que habrá una reclamación de daños y perjuicios porque estarán robando un contenido de pago.
Se conoce como cardsharing una práctica por la cual usuarios legítimos re difunden la señal a determinadas redes 'pirata' en las que todos los partícipes, incluidos quienes únicamente defraudan la cuota, utilizan decodificadores, explica el Poder Judicial en un comunicado.
En él, la corte catalana expone que los cardsharers son los que comparten ilícitamente los contenidos, en este caso de LaLiga, difundiendo la señal a terceros y obtienen un lucro con ello.
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