La reciente declaración del padrino de la inteligencia artificial ha generado conmoción y preocupación en la comunidad científica. Según sus palabras, se avecinan cosas muy desagradables en el campo de la IA, lo que plantea un escenario sombrío para el futuro. Esta predicción, proveniente de una autoridad reconocida en el ámbito, ha despertado alertas y reflexiones sobre los posibles riesgos y consecuencias de un avance tecnológico descontrolado. La advertencia sobre el potencial impacto negativo de la inteligencia artificial resuena con fuerza en un contexto donde la tecnología avanza a pasos agigantados. Es imperativo considerar seriamente las implicaciones éticas y sociales de estos avances, para así asegurar un desarrollo tecnológico que beneficie a la humanidad en su conjunto.
El 'padrino' de la inteligencia artificial advierte sobre un futuro sombrío
Geoffrey Hinton, reconocido informático británico y conocido como el 'padrino' de la inteligencia artificial, fue galardonado con el Premio Turing en 2018 por su destacado trabajo en aprendizaje profundo. En una entrevista para la cadena pública irlandesa, RTÉ, Hinton lanzó un mensaje preocupante acerca del futuro de la inteligencia artificial.
La amenaza es que estas cosas se volverán mucho más inteligentes que nosotros y tomarán el control, expresó Hinton. La probabilidad de que eso suceda es de alrededor del 10% al 20%, según personas como Elon Musk y yo, añadió.
Sin embargo, Hinton considera que es factible que en el futuro se establezcan medidas como una Convención de Ginebra para regular el avance de la inteligencia artificial, aunque advierte que quizás sea necesario atravesar situaciones desagradables, similar a lo sucedido con las armas químicas.
A pesar de sus advertencias, Hinton destaca que el desarrollo de la inteligencia artificial también traerá consigo mejoras significativas en áreas como la atención sanitaria y la medicina, beneficiando a la humanidad en general. A pesar de esto, el informático ha mencionado en otras ocasiones que es complicado prever más allá de unos cinco años los impactos que la IA tendrá en la sociedad.
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