En un mundo donde la discriminación y la intolerancia parecen ganar terreno, una joven china ha decidido tomar cartas en el asunto y demostrar que el talento y la bravura pueden vencer cualquier obstáculo. Con un concierto de piano inspirador y divertido, esta joven artista ha logrado rirse en la cara de la discriminación, mostrando al mundo que la música puede ser un poderoso instrumento de cambio. Su historia es un ejemplo para todos aquellos que han sufrido alguna forma de discriminación y es un recordatorio de que el arte puede ser un medio poderoso para superar las barreras y lograr la igualdad.
Talento y bravura: Una joven china se ríe en la cara de la discriminación con un concierto de piano inspirador y divertido
Yin Hanna, una joven creadora de contenido de TikTok, ha decidido darle la vuelta a los comentarios racistas que no para de recibir a través de la plataforma. Tras contar que ella es catalana, aunque sus padres sean de origen asiático, y haber llevado toda la vida viviendo en Cataluña, no han sido pocos los que han asegurado que eso no es posible.
Una respuesta musical a la discriminación
Ante la gran cantidad de mensajes racistas y sin sentido que ha recibido, en lugar de cabrearse o entristecerse, ella ha decidido tomárselo con humor. Así, demostrando su talento musical, le ha puesto banda sonora a todos esos haters. Entre una gran cantidad de mensajes recibidos, la mayoría de ellos han asegurado que es imposible que sea catalana debido a sus facciones.
Comentarios discriminatorios
Algunos de los comentarios recibidos incluyen frases como Si naciste en China y tus papás son chinos. Eres china. Ahora ve a Suiza y hazte suiza, pero serás china, Catalana de Pekín, ¡pero eres China!, o Es muy simple la explicación, si un conejo nace en un gallinero. ¿es conejo o gallina?
Una canción para darle la vuelta a la discriminación
Para darle más sentido a la canción, ha usado de estribillo dos comentarios que se burlan de los dependientes de bazares. Cualenta céntimos y fondo delecha, ha repetido de manera continua con el típico acento de personas asiáticas.
La respuesta de la joven
Sé que el final es una chapuza, es que he hecho la canción hoy mismo. He intentado grabar este vídeo cien veces y ya no puedo más, así que tendré que darles la versión menos horrible. Créditos a mi padre, que la idea de hacer esto ha sido suya, ha explicado la joven en su publicación, que ya cuenta con un millón de reproducciones.
Un ejemplo de talento y bravura
La joven ha demostrado que no es fácil dejar que la discriminación te afecte. Con su canción, ha demostrado que se puede darle la vuelta a la situación y convertir la negatividad en algo positivo y divertido. Un ejemplo a seguir para todos aquellos que han sufrido discriminación en algún momento de sus vidas.
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