En la búsqueda de un futuro próspero y seguro, muchos jóvenes se encuentran en la encrucijada de elegir la carrera que les brindará éxito profesional y estabilidad económica. En este sentido, estudiar Ingeniería se ha convertido en una de las opciones más atractivas y rentables en el mercado laboral actual. Esta carrera no solo ofrece una amplia gama de oportunidades laborales, sino que también proporciona las herramientas necesarias para desarrollar habilidades y conocimientos especializados que son altamente valorados por las empresas. En este artículo, exploraremos por qué estudiar Ingeniería es el camino hacia el éxito y cómo puede ser el pasaporte a la prosperidad profesional que muchos buscan.
El camino hacia el éxito: Estudiar Ingeniería, un pasaporte a la prosperidad profesional
Las ingenierías son carreras exigentes pero están entre las titulaciones con mejores salidas profesionales. En los últimos años, se han posicionado como una de las opciones de formación superior con mejores perspectivas laborales. Su amplia variedad de especialidades, su enfoque práctico y su alta tasa de empleabilidad las convierten en una alternativa atractiva para aquellos estudiantes que buscan un futuro profesional estable y bien remunerado.
De hecho, según la iniciativa U-Ranking de Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), los grados relacionados con Informática, Ingeniería y Salud son los que tienen mayores tasas de empleo, con más del 90% de ocupados. Asimismo, estas titulaciones son las que cuentan con un porcentaje más alto de trabajadores con sueldo neto mensual igual o superior a 1.500 euros. En concreto, supera el 75%.
Inserción laboral
El estudio Análisis de la inserción laboral de los titulados universitarios indica que elegir un grado con alta empleabilidad puede aumentar en un 25% la posibilidad de estar ocupado. También incrementa un 82% la probabilidad de tener un salario neto mensual superior a 1.500 euros, respecto a carreras de otras ramas. Además, casi dobla la posibilidad de tener un empleo ajustado específicamente al área de estudio o en un campo relacionado, con una cifra que alcanza el 92%.
En el ranking de inserción laboral, ocho ingenierías, junto a Informática, ocupan los nueve primeros lugares. En orden descendente son: Ingeniería aeronáutica, Ingeniería de computadores, Ingeniería en tecnologías industriales, Informática, Ingeniería de telecomunicación, Desarrollo de software y aplicaciones, Ingeniería multimedia, Ingeniería de la energía, Ingeniería eléctrica e Ingeniería en electrónica.
Estas ingenierías tienen de media un 95,7% de tasa de empleo a los cinco años de graduarse, un 83% de ocupados con salarios igual o superior a 1.500 euros, un 92,2% de ocupaciones altamente cualificadas y un 85,5% de egresados trabajando en su área de estudios o similar.
Másteres que suman
La realización de un máster puede suponer una ventaja adicional para la inserción laboral. Según el informe mencionado, en la rama de ingenierías y arquitectura las universidades públicas cuentan con un 70,5% de ocupados. Entre ellas, destaca la Universidad de Barcelona (UB) con una tasa de empleo de los titulados de másteres del 92%.
Un reto gratificante
Teniendo en cuenta estos datos, si bien es cierto que las ingenierías son carreras exigentes, que requieren tener buena base en el ámbito científico-tecnológico y un alto nivel de dedicación y esfuerzo, la recompensa en términos de ocupación laboral y de desarrollo personal es más que significativa.
Además, permite adquirir una gran capacidad para resolver problemas y favorece tener una mente más analítica. Además, el trabajo en equipo se volverá una parte fundamental y el estudiante mejorará su iniciativa y liderazgo. En definitiva, elegir estudios de ingeniería es una decisión que abre un mundo de posibilidades, ya que cuenta con una amplia variedad de salidas laborales.
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