El 22 de mayo de 2004, la historia de España cambió para siempre. Ese día, el entonces príncipe Felipe de Borbón y la periodista Letizia Ortiz se unieron en matrimonio en una ceremonia solemne celebrada en la Catedral de la Almudena de Madrid. La boda real, que conmocionó al mundo, marcó el inicio de una unión real y eterna que ha sido ejemplo de amor y felicidad durante dos décadas. A 20 años de aquel día histórico, recordamos los momentos más emotivos y memorables de la boda que cambió la monarquía española para siempre.
Vigilia y lluvia: Recuerdos de la boda real de Felipe y Letizia
La boda más importante de España en los últimos 100 años
El 22 de mayo de 2004, España vivió un día histórico: la boda de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz. Aunque han pasado años, el recuerdo de ese día sigue siendo emocionante y lleno de sentimientos.
La llegada de la novia
La lluvia torrencial obligó a Letizia y su padre, Jesús Ortiz, a llegar al templo en coche en lugar de a pie como estaba previsto. La alfombra mojada y el retraso de 20 minutos no empañaron la emoción de la novia al mostrar su vestido de Pertegaz.
Una ceremonia solemne
La ceremonia contó con la presencia de 1.700 invitados, entre ellos 36 casas reales, veinte jefes de estado y personalidades del mundo de la música, el deporte y la cultura. La boda fue seguida por millones de espectadores a través de 160 operadores y fue cubierta por 4.878 periodistas de 45 países.
Un banquete real
El banquete nupcial fue ejecutado por el restaurante Jockey y consistió en un menú variado, aunque algunos invitados consideraron que fue sabroso pero escaso. Los vinos españoles, blanco Rías Baixas y Rioja Gran Reserva de 1994, acompañaron la comida.
Un dispositivo de seguridad impresionante
La seguridad fue un tema prioritario en la boda. Un dispositivo de seguridad integró a más de 23.000 funcionarios, incluyendo policías nacionales, guardias civiles y reales, y policías municipales. Decenas de helicópteros policiales y un F-18 de la OTAN vigilaban desde el aire.
Anécdotas y ausencias
La ceremonia reunió muchas anécdotas, como la patada de Froilán a su prima Victoria López-Quesada en el cortejo real de pajes y damas. La ausencia del marido de Carolina de Mónaco, Ernest de Hannover, debido a una indisposición etílica, fue una de las ausencias más sonadas.
La boda de Felipe y Letizia es un recuerdo que sigue emocionando a los españoles y a la familia real. Aunque han pasado años, la unión de estos dos personajes sigue siendo un ejemplo de amor y felicidad.
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