En un veredicto histórico, la justicia ha dictaminado una sentencia de ocho años y medio de prisión para un sacerdote de Toledo acusado de abuso y trato inaceptable hacia una menor. Esta condena es un paso importante hacia la protección de los derechos de los menores y el castigo a aquellos que cometen delitos contra la infancia. Es fundamental recordar que cualquier forma de abuso o violencia hacia menores es inaceptable y debe ser condenada enérgicamente. La forma en que abordamos estos temas debe ser respetuosa y sensible, evitando cualquier tipo de victimización o estigmatización.
Tribunal Supremo confirma condena de 8 años y medio de prisión al sacerdote que abusó sexualmente de una menor
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de ocho años y medio de prisión al sacerdote José Luis Galán por abusar sexualmente de una adolescente durante tres años, mientras ejercía como su director espiritual en el colegio en el que estudiaba en Talavera de la Reina.
Además, el alto tribunal ha corroborado que el cura deberá indemnizar a la víctima con 100.000 euros por los daños morales y el calvario que le hizo padecer.
Abusos sexuales justificados en nombre de Dios
Los hechos ocurrieron entre 2010 y 2013, desde los 14 hasta los 17 años de la joven. Cursaba 4º de la ESO cuando conoció al sacerdote durante un viaje del colegio al Camino de Santiago, y en el curso siguiente pasó a ser su director espiritual.
En los siguientes tres años, hasta 2º de Bachillerato, la adolescente fue sometida a diversos abusos sexuales por parte del religioso, que se justificaba haciéndolos en nombre de Dios.
Porque Dios se lo pedía, decía el sacerdote para manipular a la joven y hacerla creer que todo lo que le hacía era un regalo del Señor.
La sentencia del Tribunal Supremo
La sentencia del TS, que recoge de forma detallada estos abusos, explica que la adolescente había establecido una relación de confianza y respeto con Galán, compartiendo con él sus problemas e inquietudes.
El Tribunal Supremo ha desestimado el recurso del acusado, destacando la razonabilidad de la sentencia del Tribunal Superior de Castilla-La Mancha al evaluar el testimonio de la víctima como fiable prueba de cargo, descartando contradicciones porque incluyó una cantidad de detalles reveladores de un suplicio difícil de inventar.
La ratificación del Supremo llega tras el recurso del acusado contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, que a su vez confirmó la sentencia de primera instancia de la Audiencia Provincial de Toledo.
La condena puede no ser suficiente
El TS ha dejado entrever que la condena podría no ser suficiente. Hasta podría quedarse corta, si se tiene en cuenta la dificultad que entraña hacer una evaluación de un sufrimiento por el tan extenso en el tiempo y humillante y vejatorio trato al que la sometió el condenado y las muy graves consecuencias que tuvo para la salud física y mental de la joven, expone la sentencia.
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