La pregunta que ha generado debates en la comunidad científica y en los hogares de todo el mundo tiene finalmente una respuesta. La riqueza nutricional de las verduras congeladas es un tema que ha generado dudas en muchos consumidores, que se preguntan si el proceso de congelación afecta la cantidad de nutrientes y propiedades saludables de estos alimentos. Ahora, gracias a un estudio exhaustivo, se ha logrado descubrir la verdad sobre este tema. ¿Son las verduras congeladas igual de saludables que las frescas? La respuesta puede sorprender a más de uno.
La verdad sobre las verduras congeladas: ¿son lo mismo que las frescas?
Uno de los pasos para llevar una dieta sana pasa por añadir al menú la ingesta de frutas y verduras, precisamente al menos 400 g al día, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, los elevados precios de estos alimentos en el mercado afectan a la compra de estos comestibles.
Muchas personas, conscientes del gasto que supone acudir a un mercado y comprar fruta y verdura fresca, opta por adquirir los mismos productos pero congelados. La sociedad piensa que son menos nutritivos, pero ¿es esto verdad?
La teoría de la pérdida de nutrientes
Una de las teorías más extendidas es que durante el proceso de refrigeración, los alimentos pierden nutrientes. Sin embargo, las verduras congeladas pueden llegar a contar con más cantidad de Vitamina C y Vitamina E, tal y como apuntan desde Sciencealert, porque se congelan inmediatamente después de la cosecha.
Los alimentos congelados como alternativa a los frescos para ahorrar: desde un 21% en el pollo hasta un 44% en las verduras.
El proceso de congelación
El tiempo de transporte y de almacenamiento puede afectar a esos niveles, pero minerales como el hierro, el calcio y el magnesio no sufren variaciones. Asimismo, no es necesario comprar el producto congelado en el supermercado, puesto que se puede hacer directamente en casa en el caso de poseer un huerto.
Por otro lado, escaldar las verduras antes de congelarlas, es decir, introducirlas en agua hirviendo, puede mejorar la seguridad y calidad del alimento, según Sciencealert.
Productos enlatados
Del mismo modo, las frutas y verduras suelen ser más baratas cuando se venden enlatadas. Para ello, debe pasar una serie de procesos tales como la clasificación, el lavado, la selección, la preparación o la cocción, entre otros.
El objetivo de este último es inactivar las encimas, eliminar gases, aire, sabores extraños y reducir la carga de microbios, explica Fanser, una empresa especializada en la fabricación, reparación y comercialización de maquinaria para uso alimentario.
Con este método, nutrientes como la vitamina C, que son más sensibles al calor, sí que verán reducidos sus niveles.
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