En los últimos años, los centros educativos han experimentado un aumento significativo en la prevalencia de problemas de salud mental entre los estudiantes. La ansiedad, el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y las autolesiones han alcanzado niveles críticos, generando una creciente inquietud entre los educadores, los padres y los propios estudiantes. Este aumento de casos de salud mental en los centros educativos es un tema que requiere atención urgente y una respuesta efectiva para abordar esta creciente crisis.
Alarma en los centros educativos: Ansiedad, TDAH y autolesiones alcanzan niveles críticos
Un estudio revela que los problemas de salud mental entre el alumnado de los centros educativos de nuestro país están en aumento. Las patologías más comunes diagnosticadas son el TDAH, la ansiedad y los intentos autolíticos y/o autolesiones.
El estudio Diagnóstico de la salud mental en las aulas, realizado por el Instituto IOInvestigación, encuestó a 6.221 profesores, madres y padres, y enfermeras escolares en mayo pasado. Los resultados muestran que el 93,2% de los profesores cree que hay un aumento de los problemas de salud mental entre sus estudiantes.
La necesidad de una enfermera escolar
Ante esta situación, el 95,5% de los profesores considera necesario que algún profesional sanitario, como la enfermera o el enfermero escolar, trate la salud de forma regular e integral (física y mental) en el propio centro educativo. Las familias también ven la necesidad de que se reciba algún tipo de atención en el centro educativo, y el 95,5% de ellas cree que las necesidades existentes estarían mejor atendidas por una enfermera escolar.
La presidenta de SATSE, Laura Villaseñor, y el presidente de ANPE, Francisco Venzalá, coinciden en resaltar la necesidad de que todos los centros educativos cuenten, al menos, con una enfermera escolar que pueda realizar labores de prevención, detección y seguimiento de los problemas de salud mental en el ámbito escolar.
La función de la enfermera escolar
La enfermera escolar desempeña un papel importante en la prevención de los problemas de salud mental a través de la identificación de factores de riesgo relacionados con el inicio de conductas lesivas, como el consumo de alcohol, tabaco o drogas, y situaciones como el acoso escolar, la baja autoestima o los problemas de socialización.
En el caso de que exista un diagnóstico de patología psiquiátrica, la enfermera escolar se encarga de la administración y el seguimiento del tratamiento farmacológico, observando y registrando los efectos terapéuticos y adversos que tiene la medicación en el niño o adolescente.
Las patologías más comunes
Las principales patologías de salud mental que se han detectado en los centros educativos son el TDAH (81%); la ansiedad (66,4%) y los intentos autolíticos y/o autolesiones (65,9%).
Otras patologías destacadas son los trastornos del espectro autista (64,7%); los trastornos del comportamiento (56,9%); los trastornos de la conducta alimentaria (47,4%), la depresión (40,1%); las conductas destructivas o desafiantes (34,1%); adicciones (17,2%) y la psicosis (6%).
La falta de protocolos de prevención
El 53,3% de los docentes afirma que en los documentos de organización y funcionamiento de su centro no se contemplan protocolos de prevención, detección y formación sobre la salud mental del alumnado.
Además, el 68,3% de las enfermeras escolares reconocen que no tienen la posibilidad de realizar ninguna intervención con las familias en materia de salud mental, mientras que el 56,3% afirma que no tiene articulada ninguna vía para intervenir con el profesorado.
La salud mental del profesorado
Según los profesionales encuestados, los factores que más influyen en la salud mental del profesorado son el exceso de burocracia (80,2%); el exceso de alumnado (70,9%); los problemas de convivencia en las aulas (70,8%); la escasez de recursos (61,3%); la falta de dignificación social (60,3%); el exceso de responsabilidad (55,9%) y el exceso de horario lectivo (33,8%).
Deja una respuesta