- Colaboración financiera: compartir suscripciones y servicios para ahorrar y reducir gastos
- Ahorrar y compartir: descubre cómo reducir tus gastos en servicios recurrentes
- Un claro ejemplo: las plataformas de streaming
- Servicios especializados en colaboración financiera
- Los beneficios de la economía colaborativa
- Conclusión
Colaboración financiera: compartir suscripciones y servicios para ahorrar y reducir gastos
En la actualidad, la optimización de gastos es una de las prioridades para muchos individuos y empresas. En este sentido, la colaboración financiera se ha convertido en una tendencia creciente, permitiendo a las personas y organizaciones compartir suscripciones y servicios para ahorrar y reducir gastos. Esta práctica innovadora permite a los usuarios acceder a una amplia variedad de servicios y productos a un costo más asequible, lo que se traduce en una mayor eficiencia económica. A continuación, profundizaremos en esta tendencia y exploraremos las diferentes formas en que la colaboración financiera puede ayudar a ahorrar y reducir gastos.
Ahorrar y compartir: descubre cómo reducir tus gastos en servicios recurrentes
Conseguir los objetivos de ahorro que cada uno pueda tener puede no ser nada sencillo, al menos a priori. Sin embargo, en muchas ocasiones es posible ahorrarse unos euros a través de las finanzas colaborativas, entendiendo como tal al modelo a través del cual varias personas colaboran para poder disfrutar de unos servicios.
En el mundo actual, en el que son muy habituales los desembolsos en plataformas de streaming, membresías y otros gastos en servicios recurrentes, es posible recurrir a la colaboración entre otras personas, ya sean familiares, amigos e incluso desconocidos, para poder conseguir un menor desembolso mensual.
Un claro ejemplo: las plataformas de streaming
Un claro ejemplo lo encontramos en plataformas como Netflix, Disney+ o Movistar Plus+, cuyo precio se ha ido encareciendo en los últimos años. Desde sus inicios, muchas personas buscaban el ahorro compartiendo sus cuentas en ellas, pero ante el auge de estas y la pérdida económica que suponía para sus respectivas empresas, se decidió poner fin a las cuentas compartidas.
Sin embargo, aún existe una posibilidad de ahorrar unos euros en estos servicios, ya que, aunque ya no es posible compartir una cuenta al uso, sí que se puede recurrir al pase de suscriptor extra a cambio de pagar un pequeño extra al mes. No obstante, si se divide el pago entre dos personas, será más económico que pagar cada uno de ellos el servicio de forma separada.
Servicios especializados en colaboración financiera
Asimismo, es posible recurrir a algunos servicios especializados como Sharingful, una plataforma que conecta a personas interesadas en compartir suscripciones de todo tipo, como Spotify, YouTube Premium, DAZN, NBA League Pass Premium, Scribd, Duolingo Plus, Adobe CC o Microsoft 365, entre otras. La clave de su modelo de negocio consiste en ofrecer a los usuarios un acceso a más plataformas sin que suponga un coste más elevado, pudiendo así ahorrar un buen dinero en distintos servicios.
Más allá de estos servicios especializados, realmente es posible compartir los gastos recurrentes con familiares, amigos, compañeros de trabajo…, como puede ocurrir con la conexión a internet vía WiFi con un vecino, pudiendo hacer el pago de forma puntual en metálico o recurriendo al envío de dinero instantáneo vía Bizum u otros medios convencionales como la transferencia bancaria o PayPal. En todo caso, es importante que en estos casos la otra persona sea de total confianza para que no haya problemas con los pagos.
Los beneficios de la economía colaborativa
La economía colaborativa ofrece distintas ventajas para quienes deciden sumarse a ella, comenzando por el ahorro que puede suponer en un desembolso recurrente. Al repartir los gastos entre dos o más personas, se puede conseguir un ahorro significativo de dinero, sobre todo cuando se recurre a esta estrategia en varios servicios y suscripciones.
Ese ahorro puede suponer un alivio financiero, pudiendo emplear ese dinero que ya no se gasta en una cuenta de ahorro o utilizarlo para realizar inversiones, pero también para poder acceder a una mayor oferta. Con el dinero que evitarás pagar por un servicio o suscripción podrás acceder a otros productos o servicios compartidos con otras personas, de manera que las opciones a las que puedes acceder se multiplican.
Por ejemplo, con el mismo dinero que te costaría una suscripción a un servicio, podrías estar disfrutando de dos gracias a las finanzas colaborativas. ¡Así que no dudes en explorar las posibilidades de ahorro que te ofrece la economía colaborativa!
Conclusión
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