En un polémico fallo, un tribunal ha decidido absolver al hombre acusado de violación en un piso de Olot, en Cataluña. La sentencia se basa en la consideración de que la víctima, quien había consumido alcohol y drogas en el momento de los hechos, no se encontraba en condiciones de dar consentimiento. Esta decisión ha generado un gran debate en la sociedad, ya que muchos consideran que la víctima no puede ser culpada por su estado de embriaguez y que, en cualquier caso, la responsabilidad recae en el agresor. El caso ha generado un gran revuelo y ha llevado a muchos a cuestionar la justicia y la protección de las víctimas de delitos sexuales.
Absolución inesperada: el hombre acusado de violación en Olot es absuelto debido a la condición de la víctima
La Audiencia de Girona ha dictado una sentencia sorprendente al absolver al hombre acusado de violar a una mujer en un piso de Olot en diciembre de 2019. El tribunal ha concluido que no se ha probado que las relaciones sexuales fueran sin el consentimiento de la víctima o que el procesado se aprovechara de un estado de inconsciencia o de pérdida del sentido de la realidad de la mujer.
La sentencia expone que no ha habido ninguna prueba clara y definitiva, como que los restos del semen encontrado en la víctima fueran del acusado. El abogado de la defensa, Carles Monguilod, alegó que no hubo coincidencia a pesar de que previamente habían extraído ADN al procesado en una causa por un presunto robo.
La fiscalía lo acusaba de un delito de abuso sexual con penetración y de un delito leve de lesiones, solicitando 6 años de prisión y una multa de 500 euros. En concepto de responsabilidad civil, quería que indemnizara a la mujer con 18.000 euros por daño moral. En caso de condena, el procesado (que es de origen ecuatoriano) también se enfrentaba a la expulsión del país.
La defensa pidió la absolución, y la sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Girona, presidida por el magistrado Juan Mora Lucas, resuelve que ha quedado probado que la mañana del 21 de diciembre de 2019, el acusado y la víctima, junto con otros amigos, estaban en un piso de Olot. Habían pasado la noche de fiesta y, desde horas antes, habían estado todos ellos, consumiendo una cantidad incierta de alcohol, marihuana y cocaína.
El tribunal expone que ha quedado probado que, a lo largo de la mañana, el acusado y la denunciante entraron juntos en una habitación del piso, se desvistieron de forma completa o parcial, se besuquearon y tuvieron relaciones de tipo sexual, sin que haya resultado acreditado que hubiera penetración.
La Audiencia también analiza las lesiones localizadas en la víctima y concluye que se ha probado que, durante las relaciones, el acusado hizo besos y mordiscos a la mujer y que esto dejó marcas en la denunciante. La víctima relató que vio que tenía chupetones y una lesión en el labio.
El tribunal remarca, sin embargo, que no ha resultado acreditado que el procesado tuviera intención de hacerle daño y, por eso, también lo absuelve del delito leve de lesiones.
En la hora de dictar sentencia, y después de valorar las declaraciones de víctima, acusado y testigos, la Audiencia remarca que aquello relevante en este caso es que no hay una prueba clara y definitiva que avalen los hechos denunciados.
El tribunal expone que, a pesar de que localizaron restos de semen en la mujer, por una omisión clave en la instrucción no se comprobó si eran compatibles con el ADN del acusado.
El abogado de la defensa, Carles Monguilod, aportó documentación para acreditar que, a raíz de otra causa por un presunto robo, la base de datos contaba con el perfil genético del procesado.
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