El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha manifestado su opinión respecto al acuerdo alcanzado en torno a la ley de amnistía, expresando que este representa el inicio del final de una pesadilla. Este pronunciamiento cobra relevancia en un momento crucial para la política catalana, donde la cuestión de los presos políticos y la represión vivida durante el proceso independentista ha sido objeto de debate y tensiones. El término utilizado por Aragonès sugiere un cambio de paradigma, una posibilidad de superar un periodo marcado por la conflictividad y la incertidumbre. La amnistía, en este contexto, se erige como un instrumento capaz de sanar heridas y abrir paso a la reconciliación, sentando las bases para un nuevo horizonte político en Cataluña.
Pere Aragonès celebra el pacto de amnistía: Es el inicio del fin de la represión
Este jueves, a las puertas del Parlament, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha expresado su satisfacción ante el acuerdo sobre la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados. Ha afirmado que Hoy empieza el camino para acabar con la represión. Es el inicio del final de una pesadilla que ha supuesto prisión, exilio y la amenaza sobre centenares de personas por defender la causa de la independencia de Cataluña.
En este sentido, Aragonès ha destacado que el pacto permite poner fin a la represión del Estado contra el independentismo, aunque ha señalado que queda mucho camino por recorrer. Ha subrayado que La ley de amnistía es un reconocimiento de que la represión del Estado ha sido ilegítima, y que esta corrección valida a quienes siempre han defendido que se trataba de una causa general motivada políticamente.
El presidente de la Generalitat ha agradecido a los grupos que han pactado la ley (PSOE, ERC y JxCat), así como a aquellos que la han apoyado en comisión, abriendo una nueva etapa de derechos y libertades. Ha expresado su solidaridad con quienes han sufrido la represión política y económica, así como con sus familias, resaltando que este acuerdo es un paso adelante inimaginable hace unos meses.
Aragonès ha destacado que la ley de amnistía protege a los afectados en la medida en que lo permite una ley en un Estado de derecho, instando a que su aplicación se realice de acuerdo con su contenido y espíritu. A pesar de los posibles obstáculos, confía en que se llevará a cabo una correcta aplicación de la ley, enfatizando que la política se hace con los votos y en los parlamentos, y el Código Penal se aplica para otras cosas.
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