En un intenso operativo policial, se logró la detención de los dos presuntos asesinos de Borja Villacís, joven de 24 años cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en un paraje de la localidad. La búsqueda fue exhaustiva, abarcando tanto el pueblo como el cementerio, lugares donde se cree que los sospechosos intentaron ocultar evidencias. La acción policial fue minuciosa y coordinada, involucrando a various cuerpos de seguridad que trabajaron en estrecha colaboración para dar caza a los presuntos responsables del crimen. A continuación, se presentan los detalles de la operación que permitió la captura de los sospechosos y el fin de la incertidumbre que había generado la trágica muerte de Borja Villacís.
Detenidos los dos presuntos asesinos de Borja Villacís en una rápida investigación
La Policía Nacional ha logrado detener a los presuntos implicados en el asesinato de Borja Villacís, ocurrido en Madrid el martes, en un plazo récord de 24 horas.
Los errores cometidos por los atacantes en su huida permitieron a los agentes localizar y detener al supuesto autor material del crimen y a otro hombre en la localidad toledana de Yuncos. La detención se produjo en un pinar ubicado junto al cementerio del municipio toledano, donde los agentes arrestaron al sospechoso, según se observa en las imágenes grabadas por la Policía Nacional.
Otro de los detenidos fue localizado en una casa que los vecinos pensaban que estaba deshabitada, ya que siempre tenía las persianas bajadas. El momento de su detención también fue grabado en vídeo.
Horas más tarde, fuentes policiales informaron que se había detenido a una cuarta persona acusada de encubrimiento. Se cree que le habría dado refugio a los presuntos autores del crimen el martes, aunque se descarta que hubieran participado en el tiroteo.
Además, la conductora del vehículo desde donde le dispararon a Villacís y madre del presunto autor de los hechos ya había sido detenida el martes apenas dos horas después del asesinato. Ha sido identificada como María José E.
El presunto autor material del crimen es un joven español de 24 años llamado Kevin P., quien pesaba una orden de busca y captura por parte de la Policía Nacional desde hace años por varios delitos, la mayoría relacionados con la venta de drogas. La identidad de los otros dos detenidos se desconoce, así como la implicación concreta que tuvo en el crimen el que habría acompañado a Kevin a cometer el asesinato.
La rápida actuación de la Policía Nacional ha permitido resolver el caso en un plazo récord, demostrando la eficacia y la dedicación de los agentes en la lucha contra la delincuencia.
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