Cate Blanchett recibe el Premio Donostia en el 72º Festival de San Sebastián, luciendo un impresionante vestido dorado de perlas
La actriz australiana Cate Blanchett ha sido galardonada con el Premio Donostia, uno de los reconocimientos más prestigiosos del 72º Festival de San Sebastián, en reconocimiento a su trayectoria profesional y su contribución al mundo del cine. Durante la ceremonia de entrega del premio, la actriz lució un impresionante vestido dorado de perlas que llamó la atención de los asistentes y los medios de comunicación. Este reconocimiento es un nuevo logro en la carrera de Blanchett, quien ya ha recibido numerosos premios y nominaciones por sus interpretaciones en películas como Blue Jasmine y Carol.
Cate Blanchett brilla en dorado: recibe Premio Donostia en el 72º Festival de San Sebastián
El fin de semana en San Sebastián ha sido de emociones y mucho glamour, tras la inauguración el viernes de la 72º edición del Festival de San Sebastián. Un primer día en el que Penélope Cruz y Javier Bardem acapararon todo el protagonismo de la noche, y donde el actor fue premiado con el máximo galardón del certamen: el Premio Donostia.
Estatuilla que recogía anoche Cate Blanchett, cabeza de cartel de esta edición, como reconocimiento a su espectacular trayectoria en la gran pantalla. El Palacio Kursaal se rendía a los pies de la actriz australiana, que brillaba con un maxi vestido dorado con flores y perlas que, sin lugar a dudas, se convertía en el gran protagonista de la noche.
Cate Blanchett recogió el premio emocionada y no dudó en agradecerlo con unas palabras en castellano y en euskera. También le dedicó unas palabras virtuales George Clooney. La actriz australiana se encuentra consolidada como todo un estilo de moda y belleza y como una de las artistas más emblemáticas de su generación.
Para una ocasión tan especial, Cate Blanchett se enfundó en un vestido de lo más especial. Un modelo diseñado con cuello perkins, manga larga, cuerpo ceñido y bajo rematado en línea evasé, con una especie de tablas muy discretas que aportaban volumen y frescura al look. Un vestido dorado con el que la actriz australiana se sumó a la tendencia grandmacore que imita la moda de nuestras abuelas.
La pieza estaba decorada con bordados suizos, encajes y puntillas en los puños, flores bordadas a todo y perlas por todo el vestido, que le daban un toque tan romántico como vintage. En cuanto a su beauty look, por último, llevó su melena rubia peinada con unas ondas naturales que daban volumen a su corte de pelo bob y optó por un maquillaje súper discreto, con un labial natural que daba un toque muy sutil de jugosidad y rubor a su make up.
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