La disfunción cognitiva en perros es un tema que cada vez más dueños de mascotas deben afrontar. La pérdida de memoria, la confusión y la desorientación son solo algunos de los síntomas que pueden afectar la calidad de vida de nuestros compañeros caninos. Sin embargo, con el apoyo y la dedicación adecuados, es posible mejorar la calidad de vida de nuestros perros y hacer que esta etapa sea más llevadera para ellos y para nosotros. En este artículo, exploraremos la importancia de la rutina y la organización como clave para afrontar este desafío y ofrecer apoyo a nuestros perros en momentos de necesidad.
¿Cómo ayudar a un perro con disfunción cognitiva? Claves para mejorar la calidad de vida
El Síndrome de Disfunción Cognitiva (SDC) es una enfermedad muy similar al síndrome de Alzheimer que sufrimos las personas y, por eso, muchas veces la llamamos el Alzheimer de perros y gatos. Según un estudio publicado en 2022 por la Universidad de Washington, los perros y gatos mayores de diez años tienen un 52% más de riesgo de padecerlo.
Reconocer los síntomas del SDC
Es fundamental conocer los síntomas de este síndrome si convivimos con perros o gatos mayores. Un diagnóstico temprano y un tratamiento a tiempo podría mejorar mucho la calidad de vida de nuestros peludos. Sin embargo, debemos saber que aunque son muy similares, el SDC y el Alzheimer no son exactamente iguales.
Los perros y gatos pueden tener Alzheimer, un síndrome de disfunción cognitiva que hay que saber reconocer y tratar. Al principio, los cambios pueden ser sutiles y confundirse con los propios de la edad, como la disminución de actividad o la falta de motivación para jugar.
Síntomas del SDC
Desorientación: los perros y gatos empiezan a desubicarse y no saben dónde están sus cosas o se quedan mirando a la pared, sin saber qué hacer o a dónde ir.
Alteraciones en el ciclo de sueño-vigilia: duermen muchas más horas durante el día y duermen mal por la noche, despertándose cada dos por tres y dedicándose a deambular por la casa o buscarnos.
Cambios en los hábitos: pierden interés por la comida, dejan de acicalarse o de jugar y buscar a su dueño.
Desaprendizaje de conductas: pueden empezar a hacer micciones en casa o dejar de usar su bandeja.
Ayudar desde casa
Si nuestro compañero de cuatro patas padece esta enfermedad, podemos ayudarles desde casa para mejorar su calidad de vida. Además de los medicamentos y tratamientos veterinarios para paliar sus síntomas, hay mucho que podemos hacer:
Evitar cambios en su ambiente para no desorientarlos.
Aumentar los juegos y fomentar los interactivos.
Mantener las rutinas de paseos y alimentación para que su día a día sea lo más predecible posible.
Tener la casa recogida para evitar obstáculos y bloqueos.
* No regañarles cuando hagan algo malo, ya que son como ancianos con Alzheimer o alguna enfermedad neurodegenerativa.
Es importante tener paciencia y no regañarles, ya que esto podría empeorar la enfermedad. Con un poco de ayuda y cuidado, podemos mejorar la calidad de vida de nuestros perros y gatos con SDC.
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