La noticia que revela el sencillo truco del vinagre para que las patatas fritas queden mucho más crujientes ha sorprendido a los amantes de este popular plato. Según expertos culinarios, añadir vinagre al agua en la etapa de cocción de las patatas puede marcar la diferencia en la textura final de las mismas. Este innovador método se basa en el hecho de que el vinagre ayuda a romper el almidón de las patatas, lo que resulta en una fritura más crujiente por fuera y tierna por dentro. La sencillez de este truco lo convierte en una opción atractiva para quienes buscan mejorar sus habilidades culinarias con resultados notables. Sin duda, esta técnica promete elevar el estándar de las clásicas patatas fritas a un nivel superior.
Descubre el secreto del vinagre para unas patatas fritas extra crujientes
Expertos revelan el truco del vinagre para unas patatas fritas perfectas en el artículo de Timesburg.
Cuesta imaginar una cocina sin patatas, pero en realidad no llegaron a nuestro país hasta el siglo XVI. En aquella España imperial, la patata era una excentricidad botánica que embellecía jardines. Hoy se cultiva en un centenar de países del mundo con cientos de variedades, y en España se calcula que existen unas 150 clases de patata.
La humilde patata es el segundo alimento más consumido en el mundo, aunque su fama de engordar puede atribuirse a modos poco saludables de prepararla, como fritas en bolsa o con salsas calóricas.
Una experta aclara qué hacer si las patatas presentan partes verdes: No te las comas.
La patata es base o guarnición de muchos platos, pero su versión frita es una de las preferidas. A pesar de no ser el plato más saludable, ¿quién no saliva al pensar en unas patatas fritas recién salidas de la sartén, crujientes por fuera y blandas por dentro?
El truco del vinagre para unas patatas fritas perfectas
Para freír unas buenas patatas, lo ideal es utilizar variedades como Kennebec, Agria, Draga, Baraca, Bintje y Nagore. Es importante cortarlas de manera uniforme y sumergirlas en agua por unos minutos para eliminar el exceso de almidón y evitar que se peguen al freírlas.
Si bien podría parecer suficiente sacarlas del agua, secarlas y llevarlas a la sartén, hay un sencillo truco para lograr que queden mucho más crujientes: el vinagre. Antes de sumergirlas en agua, se agrega una cucharada de vinagre y se mezcla bien. Después de unos diez minutos de reposo, se secan y se fríen en aceite caliente de oliva hasta que estén doradas por fuera y suaves por dentro.
Las patatas fritas se retiran, se dejan reposar y vuelven a la sartén para terminar de cocinarse, hinchándose y dorándose. Finalmente, se escurren, se retira el exceso de aceite con papel de cocina, se salan y ¡listas para disfrutar!
Las patatas son ricas en vitaminas y minerales, además de ser nutritivas y sabrosas. Cocinarlas con piel, si son nuevas, aprovecha muchas de sus propiedades. Dependiendo de la preparación, las calorías varían, siendo las fritas las que más calorías aportan.
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