¿Cuál es el rey del hogar? ¿La cocina de gas, vitrocerámica o inducción? Descubre cuál consume más energía y reduce el impacto ambiental en tu hogar

En la actualidad, la elección de la cocina adecuada para nuestro hogar puede ser un tema complejo, ya que existen varias opciones disponibles en el mercado. Entre las más populares se encuentran las cocinas de gas, vitrocerámica y inducción. Cada una de ellas tiene sus ventajas y desventajas, pero ¿cuál es la que consume más energía y cuál es la más respetuosa con el medio ambiente? En este artículo, vamos a analizar las características y beneficios de cada una de ellas, para determinar cuál es el rey del hogar y cómo podemos reducir el impacto ambiental en nuestra vivienda.

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El rey del hogar: Cocinas de gas, vitrocerámica o inducción: ¿Cuál es la más eficiente y segura para tu cocina?

La cocina, de gas o vitrocerámica, es un elemento de riesgo en todo hogar. Al renovar la cocina, surge la pregunta: ¿cocina de inducción, de gas o vitrocerámica? Aunque lo más habitual hoy en día es tener una cocina de inducción o una vitrocerámica, conviene tener en cuenta las ventajas e inconvenientes de cada una antes de tomar una decisión final.

El consumo energético es uno de los factores que más pesan a la hora de elegir cuál de las tres opciones es la más eficiente. Si se suele cocinar en casa, el cambio en la factura de la luz o el gas a final de mes se puede hacer notar, y mucho.

¿Cuál es la más eficiente?

¿Cuál es la más eficiente?

En el caso de la vitrocerámica o de la cocina de inducción, ambos sistemas de cocción emplean la electricidad, pero tampoco consumen lo mismo. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), una vitrocerámica consume de media entre 1200 y 2500 W/h. Por su parte, la placa de inducción consume, de media, algo menos, entre 1500 y 2000 W/h.

En términos generales, la placa de inducción consume entre un 20 y un 40% menos que la vitrocerámica, lo que puede llevar a un importante ahorro en la factura de la luz a fin de mes, apuntan desde Repsol.

Ventajas y desventajas de cada opción

La cocina de inducción suele ser más cara que la vitrocerámica convencional. Además, la placa vitrocerámica se puede emplear para todo tipo de recipientes, a diferencia de la de inducción, que necesita de sartenes, ollas o cazos compatibles con este sistema.

Por su parte, las cocinas de gas son una alternativa más barata en cuanto al consumo, ya que el gas es más económico que la electricidad. Entre sus principales ventajas, frente a la vitrocerámica o inducción, las cocinas de gas se calientan rápidamente y son compatibles con cualquier tipo de recipiente.

En cambio, este tipo de cocinas ensucian más que el resto y son las menos seguras. De las tres, la vitrocerámica es la que más consume y también la que necesita más tiempo para calentar. La cocina de gas sería la que menos consume y se calienta más rápido, aunque los riesgos son mayores.

En un punto intermedio estaría la de inducción, al tener un consumo energético inferior al de la vitrocerámica, calentarse rápido y tener el sistema más eficiente y seguro.

Susana Vidal

Soy Susana, redactora de la página web Diario Online, un periódico independiente de actualidad nacional española. Mi pasión por la escritura y la veracidad de la información me lleva a investigar a fondo cada noticia que publicamos. Con un enfoque objetivo y crítico, me esfuerzo por ofrecer a nuestros lectores contenidos relevantes y de calidad. Mi compromiso es mantener informada a la sociedad española, abordando temas de interés público con profesionalismo y ética periodística. ¡Gracias por seguirnos en nuestra plataforma digital!

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