Prohibida en la UE, usada en fiestas sexuales, apodada 'miau'. todo sobre la mefedrona hallada en casa del cura de Don Benito
La reciente noticia sobre el hallazgo de mefedrona en la casa del cura de Don Benito ha generado conmoción y preguntas en la comunidad. Esta sustancia, prohibida en la Unión Europea, es conocida por ser utilizada en fiestas sexuales y ha sido apodada como 'miau' por sus usuarios. Su presencia en un lugar inesperado como la residencia de un religioso ha despertado la curiosidad y la preocupación de muchos. La mefedrona, considerada como una droga de diseño, plantea interrogantes sobre su acceso y distribución en la sociedad actual. Este inusual descubrimiento ha generado un debate sobre la importancia de la regulación y control de sustancias de este tipo, así como la necesidad de abordar el fenómeno de las drogas recreativas desde una perspectiva integral.
Detienen al cura de Don Benito por tráfico de mefedrona en 'fiestas sexuales'
La Guardia Civil detuvo el pasado lunes en Don Benito a dos personas: el párroco de la localidad y su supuesta pareja sentimental, ambos implicados en un caso de tráfico de drogas, entre ellas, la peligrosa mefedrona. La investigación reveló que recibían estas sustancias por paquetería para distribuirlas en pequeñas cantidades, tanto en otras ciudades españolas como en su propio domicilio.
'Miau' y 'mefe': la peligrosa droga hallada en casa de párroco extremeño
La mefedrona, también conocida como 'mefe', 'miau' o 'sales de baño', es una droga recreativa prohibida en la Unión Europea desde 2010. Esta sustancia, similar en efectos estimulantes a la metanfetamina, el éxtasis y la cocaína, puede consumirse de diversas formas y está asociada al peligroso fenómeno del 'chemsex'.
La mefedrona, la droga prohibida en la UE, se asocia al 'chemsex'
La mefedrona es una droga recreativa de diseño que produce sensaciones de euforia, sociabilidad, excitación sexual y aumento de la frecuencia cardiaca. Sus efectos, que pueden durar hasta cuatro horas, incluyen dilatación pupilar, agitación, hipertensión y vasoconstricción periférica severa. Además, se relaciona estrechamente con el 'chemsex', práctica que implica el consumo de drogas para prolongar relaciones sexuales.
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