La comunidad científica ha dado a conocer un alarmante descubrimiento que debería generar conciencia y acción inmediata. De acuerdo a un estudio reciente, un sorprendente 51% de los casos de estrés postraumático (TEPT) puede evolucionar en depresión crónica, lo que a su vez aumenta significativamente el riesgo de suicidio. Esta inquietante realidad pone de relieve la importancia de abordar de manera efectiva el TEPT y la depresión, brindando apoyo y tratamiento a aquellos que lo necesitan. Es fundamental que tomemos conciencia de esta situación y trabajemos juntos para reducir el estigma asociado con la salud mental y brindar oportunidades de recuperación a aquellos que luchan con estas condiciones.
El 54% de los casos de estrés postraumático pueden evolucionar en depresión crónica y aumentar el riesgo de suicidio
Un estudio revela que más de la mitad de los casos de estrés postraumático (TEPT) pueden derivar en depresión crónica y aumentar el riesgo de suicidio. Esto se debe a que el trauma psicológico puede dejar secuelas graves en la salud mental de las personas.
El trauma psicológico, una herida invisible
El trauma psicológico se define como una experiencia que es físicamente o emocionalmente dañina o que amenaza la vida, y que tiene efectos adversos duraderos en el funcionamiento y bienestar mental, físico, social, emocional o espiritual.
La clave del trauma es la indefensión, durante un tiempo el sujeto cree que, haga lo que haga, no hay nada que hacer. Esto puede llevar a una persona a desarrollar un trastorno de estrés postraumático.
La prevalencia del trauma psicológico
En España, el 54% de la población ha estado expuesta a experiencias traumáticas, aunque solo el 2,2% desarrollan un trastorno de estrés postraumático. A nivel mundial, el 70% de la población ha tenido una experiencia traumática a lo largo de su vida.
Los episodios traumáticos más frecuentes son la muerte inesperada de un ser querido, presenciar un fallecimiento o una lesión grave, ser asaltado y sufrir un accidente automovilístico que ponga en peligro la vida, o tener una lesión o enfermedad potencialmente mortal.
Consecuencias del trauma psicológico
El trauma psicológico se vincula con un riesgo casi tres veces mayor de desarrollar un trastorno mental, siendo la depresión la comorbilidad más común. Además, dispara el riesgo de suicidio de 2 a 5 veces e incluso acorta la vida del sujeto entre 10 y 20 años cuando son graves.
Los expertos han reclamado la implantación de terapias para prevenir que las primeras reacciones de estrés traumático se conviertan en un trastorno crónico, especialmente en personas de alto riesgo.
Un TEPT no tratado no mejora con el paso del tiempo, sino que empeora. La psicoterapia se presenta como la primera línea de tratamiento y, cuanto antes se inicie, mejor, para evitar así que la vivencia traumática cristalice en la memoria.
Esperamos que esta información sea de utilidad para concienciar sobre la importancia de abordar el trauma psicológico y prevenir sus consecuencias.
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