El aislamiento, los cambios bruscos de peso o la irritabilidad pueden ser indicadores de que el adolescente está pasando por un momento difícil

El aislamiento, los cambios bruscos de peso o la irritabilidad pueden ser indicadores de que el adolescente está pasando por un momento difícil

La adolescencia es un período de gran cambio y transformación, en el que los jóvenes enfrentan desafíos y retos en su camino hacia la adultez. Sin embargo, en algunos casos, este proceso puede estar acompañado de señales de alarma que indican que el adolescente está pasando por un momento difícil. El aislamiento, los cambios bruscos de peso o la irritabilidad pueden ser algunos de los indicadores más comunes de que algo no está funcionando correctamente. Es importante que los padres, educadores y cuidadores estén atentos a estos cambios y actúen a tiempo para brindar apoyo y orientación a los jóvenes que lo necesitan.

Señales de alarma en la adolescencia: aislamiento, cambios de peso y irritabilidad pueden ser indicadores

El número de suicidios descendió en 2023 en España por primera vez desde 2018, según datos del INE. Sin embargo, el suicidio sigue siendo la primera causa de muerte absoluta entre los jóvenes. En este sentido, es fundamental detectar señales de alarma en la adolescencia para ofrecer apoyo y prevenir situaciones críticas.

El aislamiento y la frustración, dos síntomas comunes en la adolescencia

La adolescencia es una etapa de cambios, turbulencias y descubrimientos. Sin embargo, también puede ser una época de confusión y malestar emocional. La doctora Ana Isabel Sanz, psiquiatra y psicoterapeuta especializada en trastornos afectivos, ansiedad, infancia y adolescencia, destaca que el aislamiento y la frustración son dos síntomas comunes en la adolescencia que requieren atención.

El malestar emocional en adolescentes: ¿qué señales deben preocuparnos como padres?

Según la doctora Sanz, las señales que deben preocuparnos como padres son el aislamiento, la pérdida de interés por sus aficiones habituales, los cambios en los patrones alimentarios o de sueño, los cambios bruscos de peso, el descuido personal, la modificación significativa de los hábitos de conducta, los cambios incomprensibles en la indumentaria, la irritabilidad excesiva y las explosiones de ira frecuentes o desmedidas.

La importancia de la escucha activa

La doctora Sanz destaca que la escucha activa es fundamental en la relación con los adolescentes. Los adultos a veces tienden a responder demasiado rápido, a recurrir a fórmulas válidas de su perspectiva, a cerrar con ello el canal de la escucha antes de abrirlo del todo. Los adolescentes quizá están demasiado acostumbrados a escuchar 'sermones' o lecciones y no buscan eso, aspiran a ser entendidos y no juzgados u orientados.

¿Qué debemos hacer si detectamos señales de alarma?

Si detectamos señales de alarma, debemos interesarnos directamente por cómo se encuentra el menor, hablando con él o ella con tiempo, calma y sin actitud impositiva. También es importante hablar con el círculo cercano al adolescente, preferiblemente informando a este o esta de que se va a tomar esa iniciativa y dándole la opción de que esté presente en tal conversación.

La necesidad de un plan nacional contra el suicidio

La doctora Sanz destaca que es necesario un plan nacional contra el suicidio, con participación de diferentes estamentos sociales -profesionales y civiles- que aborde en profundidad la asistencia al amplio espectro de conductas vinculadas al suicidio.

El Ministerio de Sanidad ha anunciado la creación de un Observatorio de la Conducta Suicida, que será un paso importante en la lucha contra el suicidio. Sin embargo, es fundamental que este proyecto se concreta y se desarrolla con la participación de todos los sectores implicados.

No podemos dejar que el suicidio siga siendo la primera causa de muerte absoluta entre los jóvenes. Es hora de actuar y ofrecer respuestas creíbles y responsables a cada persona acechada por la mera ideación de que la vida no tiene sentido y que es mejor ponerle fin.