El Banco de España advierte sobre el riesgo de estancamiento económico debido a la baja productividad y el paro persistente

El Banco de España advierte sobre el riesgo de estancamiento económico debido a la baja productividad y el paro persistente

En un informe reciente, el Banco de España ha lanzado una advertencia sobre el riesgo de estancamiento económico en el país. Según el organismo, esta situación se debe a la baja productividad y el paro persistente, dos factores que están obstaculizando el crecimiento económico. La entidad financiera destaca que, a pesar de la recuperación experimentada en los últimos años, la economía española sigue enfrentando importantes retos estructurales que deben ser abordados con urgencia para evitar un estancamiento a largo plazo.

El Banco de España advierte sobre el riesgo de estancamiento económico por la baja productividad y el paro persistente

La gobernadora en funciones del Banco de España, Margarita Delgado, ha alertado sobre la persistencia del paro y la baja productividad como los principales obstáculos para que España alcance los niveles de renta de otros países europeos.

Según Delgado, la brecha de renta per cápita entre España y la Unión Europea no se ha reducido desde la década de 1990. En 1990, el PIB per cápita de la economía española se situaba en el 92% del registrado en la UE, mientras que en 2022 suponía el 85%, una diferencia que se explica, en su mayor parte, por la menor productividad de la economía española.

La productividad, un reto para la economía española

Delgado ha destacado que si la productividad por trabajador de la economía española fuera igual a la media de la UE (ahora es 11 puntos menor), nuestra renta per cápita solo sería un 4% inferior a la media de la renta per cápita de la UE. De la misma manera, si la tasa de empleo española fuera igual a la de la media de la UE, la brecha en renta per cápita se reduciría en 7 puntos adicionales.

La gobernadora en funciones ha resaltado que la economía española todavía cuenta con una ligera ventaja por razones demográficas, ya que la población en edad de trabajar en relación con la población total es superior a la de la UE en 3 puntos. Sin embargo, esta ventaja va a desaparecer pronto, dado que el proceso de envejecimiento de la población va a ser más intenso y rápido en nuestro país que en el resto de la UE.

El paro estructural, un problema persistente

Delgado ha señalado que la persistencia de la tasa de paro en niveles relativamente elevados y el hecho de que dicha tasa coexista con signos de tensionamiento del mercado de trabajo por escasez de trabajadores en algunos de sus segmentos, son razones más que suficientes para seguir analizando la existencia de un paro estructural que tendría sus orígenes en un comportamiento disfuncional del mercado de trabajo.

La gobernadora en funciones considera que el mercado laboral se verá afectado en los próximos años por los cambios tecnológicos, que tendrán implicaciones muy importantes en el funcionamiento del mercado de trabajo, especialmente sobre la demanda y la oferta de trabajo y, por consiguiente, sobre el nivel de empleo y su productividad.

La necesidad de políticas de empleo efectivas

Delgado ha comentado que, para que la reasignación del empleo se produzca de la manera menos costosa en términos de empleo y de productividad y para adaptar la oferta de trabajo al nuevo contexto tecnológico, las políticas de empleo han de jugar un papel crucial.

Para la gobernadora en funciones, la elevada tasa de desempleo estructural en España es uno de los principales retos de la economía española, existiendo margen de mejora tanto en las políticas pasivas, que protegen a los trabajadores cuando pierden su empleo, como en las políticas activas, que tratan de fomentar la empleabilidad de los trabajadores desempleados y su ajuste a las demandas de trabajo disponibles en cada momento.

Delgado ha apuntado que todos aquellos elementos que ralenticen la reasignación sectorial y ocupacional del empleo harán que la destrucción de empleo asociada a los cambios tecnológicos sea mayor. Esto implica que la legislación sobre protección al empleo y la regulación de la negociación colectiva también deben reconsiderarse ante el nuevo contexto tecnológico y demográfico.